MIAMI - 26 personas murieron ayer durante un tiroteo en una iglesia baptista de Texas (EE.UU.) protagonizado por una persona que también falleció en el ataque, y que dejó decenas de heridos, informaron autoridades locales. El incidente ocurrió en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), en donde las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo policial, que incluía la presencia de agentes del FBI, así como personal médico que transportó a varias personas a un hospital en la vecina ciudad de San Antonio.
Aunque el comisionado del Condado Wilson Albert Gamez Jr. señaló en un primer momento a la cadena MSNBC que la cifra de muertos ascendía a 27 personas, poco después el gobernador de Texas, Greg Abbott, informó de que fueron 26 las personas que finalmente murieron. La primera víctima mortal identificada es una chica de 14 años, Annabel Pomeroy, hija del pastor del templo, Frank Pomeroy, quien se lo confirmó a ABC News.
El autor de los disparos, identificado por varios medios como Devin Kelley, un hombre blanco de 26 años, murió después de dejar en luto a la población de Sutherland Springs, de menos de 500 habitantes.
El autor de los disparos murió cuando era perseguido, pero no está todavía claro si lo mataron las fuerzas de seguridad o se quitó la vida, dijo el alguacil del condado de Guadalupe, Robert Murphy.
El alguacil señaló, según CNN, que las fuerzas de seguridad y el autor de los disparos, en la persecución que siguió al tiroteo, entraron en el condado de Guadalupe que es vecino al de Wilson, al que pertenece Sutherland Springs.
La Policía local informó de que pasadas unas horas del suceso ya no había una “amenaza activa” en el templo, donde a la hora del tiroteo se oficiaba una misa.
Varios testigos declararon que sobre las 11.30 hora local (17.30 GMT) un hombre armado entró en la iglesia y abrió fuego contra los que se hallaban en el pequeño templo, aparentemente con un rifle de asalto semiautomático.
Otro testigo, un cajero de una gasolinera al otro lado de la calle del templo dijo a CNN que escuchó unos 20 disparos “en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso”. “Estamos en shock”, dijo González a Univision al describir la zona donde se produjeron los hechos.
De acuerdo con el representante, Sutherland Springs es una “pequeña localidad rural”, de mayoría de población anglosajona, y en donde los latinos representan más del 20%. “Es gente tranquila y buena, que vive del campo y la ganadería, o trabaja en el sector de petróleo y energía”, señaló.
Poco después del tiroteo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que condenaba los hechos. “Nuestras oraciones están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta”, manifestó el gobernador. - Efe