Teherán - Los presidentes iraní, Hasan Rohaní, y turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazaron ayer a la región del Kurdistán iraquí con tomar medidas “más fuertes” en represalia por el reciente referéndum de independencia kurdo. Tanto Teherán como Ankara califican de ilegítima la consulta de autodeterminación celebrada en esa región iraquí el pasado 25 de septiembre, en la que se impuso el sí con más del 92 % de los votos.

Tras reunirse en la capital iraní, ambos mandatarios subrayaron en una comparecencia televisada que solo reconocen al Gobierno central de Bagdad y que rechazan cualquier cambio en las fronteras de Irak o su desintegración. Erdogan explicó que los Gobiernos de Turquía, Irán e Irak tienen “una postura seria conocida por todos” y que adoptarán “a partir de ahora medidas más fuertes” ante el desafío kurdo.

También aseveró que el referéndum de independencia no tiene futuro y solo conduce a un mayor aislamiento de esa región autónoma iraquí, ya que -precisó- “salvo Israel, ningún otro país ha apoyado al Kurdistán”.

Por su parte, Rohaní señaló que no aceptan “el aumento de las diferencias étnicas y religiosas planeado por los enemigos y la desintegración de la región” y que lucharán contra todo tipo de terrorismo, incluido el de la guerrilla kurdo-turca Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

represalias conjuntas A petición del Gobierno de Bagdad, Turquía e Irán han adoptado una serie de medidas económicas y de seguridad, como la suspensión de los vuelos con el Kurdistán. Teherán ha prohibido, además, la importación y exportación de derivados del petróleo con esta región, mientras que Ankara ha dejado de entrenar a las milicias kurdas peshmerga. Ambos países, que cuentan con una importante población kurda local, han realizado asimismo maniobras militares en sus fronteras con el Kurdistán y han reforzado la presencia de efectivos en esas zonas en señal de advertencia.

Con el fin de aplicar estas medidas de represalia para mantener la unidad del país árabe, Rohaní y Erdogan acordaron fomentar la colaboración entre sus países con el Gobierno de Bagdad, así como entre sus respectivas fuerzas armadas y servicios de inteligencia. - Efe