Washington - El ojo de la tormenta tropical Harvey se situaba ayer sobre el suroeste del estado de Luisiana mientras continuaba dejando intensas lluvias en el extremo sureste de Texas, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. En su boletín de las 12.00 GMT, el NHC indicó que Harvey presentaba vientos máximos de 45 millas por hora (75 km/h) y se encontraba a 25 millas (40 kilómetros) al oeste-noroeste del lago de Charles (Luisiana) y a 30 millas (50 kilómetros) al noreste de Port Arthur, en Texas. Se desplazaba hacia el norte con una velocidad de 9 millas por hora (14 km/h) y se esperaba un “debilitamiento gradual” del sistema y su “degradación a depresión tropical por la noche”. Según un probable patrón de trayectoria, el ojo de Harvey se moverá a través de la parte baja del valle del Misisipi y de Tennessee. A pesar de ello, los meteorólogos alertan de que Harvey podría producir nuevas lluvias con acumulaciones de 3 a 6 pulgadas (de 7 a 15 centímetros) hasta el viernes desde el suroeste de Luisiana y la frontera al este de Texas hacia el oeste de Kentucky, con acumulaciones aisladas de 10 pulgadas (25 centímetros).
“Mientras que la amenaza de fuertes lluvias ha cesado en la zona de Houston/Galveston, la amenaza de graves inundaciones continuará alrededor del este Houston hacia el suroeste de Luisiana el resto de la semana”, alertaron los expertos del NHC. El NHC insistió en alertar a la población sobre la importancia de “no intentar conducir en las zonas afectadas, evitar hacerlo por las carreteras inundadas y permanecer protegidos en un lugar seguro”.
El otro gran peligro es el aumento del nivel del mar en las zonas costeras, debido a la marejada ciclónica y las altas olas que provocan los fuertes vientos, y en algunas zonas se esperan aumentos del nivel del mar hasta un metro de altura. El huracán Harvey, convertido ahora en tormenta tropical, lleva camino de convertirse en el desastre natural más costoso de la historia de Estados Unidos, según los cálculos de la empresa de meteorología AccuWeather divulgados ayer en este país.
El coste del impacto de Harvey para la economía estadounidense se acercará a al menos 160.000 millones de dólares, indicó AccuWeather en un comunicado, al precisar que esa cifra es similar al “efecto combinado” de los huracanes Katrina (2005) y Sandy (2012). Harvey, que entró en Texas en la noche del pasado viernes como un fuerte huracán de categoría 4, de un máximo de 5, se ha desplazado ya al este, hacia Luisiana, pero ha dejado inundaciones en Texas calificadas de “épicas” por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, además de más de 20 muertos y unos 17.000 desplazados. “Este será el peor desastre natural de la historia estadounidense”, afirmó el fundador y presidente de AccuWeather, Joel Myers.
Según Myers, el coste, una vez que “se complete la destrucción total” de Harvey, supondrá al menos el 0,8% del producto interior bruto (PIB) estadounidense. “Los líderes empresariales y la Reserva Federal, los grandes bancos, las compañías aseguradoras, etc., deberían empezar a gestionar el impacto negativo que esta catástrofe tendrá en los negocios, los ingresos corporativos y el empleo”, agregó el experto.
el desastre acaba de empezar Myers advirtió de que el desastre solo está empezando en ciertas áreas, si bien ya está claro que “partes de Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, serán inhabitables durante semanas y posiblemente meses debido al daño del agua”.
El presidente de AccuWeather lamentó la reacción “lenta” de las autoridades en algunos casos ante el huracán, algo que calificó de “desafortunado porque, cuando amenaza un desastre natural, los minutos y las horas cuentan”.
La compañía Motiva anunció ayer el cierre de la refinería de petróleo que opera en la localidad de Port Arthur (Texas), la mayor de los Estados Unidos, debido a los efectos devastadores de Harvey. Motiva, de capital saudí, se une así a otras refinerías de la zona del golfo de México que han debido suspender sus operaciones debido a las inundaciones ocasionadas por Harvey, entre ellas la que opera ExxonMobil en la localidad de Baytown, que es la segunda mayor del país y que cerró sus operaciones el domingo. - Efe