Londres - Tras hacerse público que el español Ignacio Echeverría, de 39 años, era uno de los fallecidos en el atentado terrorista de Londres al tiempo que la policía informaba del hallazgo del cuerpo del francés Xavier Thomas, de 45 años, ambos desaparecidos desde el ataque, las interrogantes sobre la actuación de las autoridades británicas en este caso se multiplicaban. Los familiares de Echeverría, un hombre de 39 años y de origen gallego que trabajaba como empleado en el banco británico HSBC, tuvieron que esperar casi cuatro días para conocer su paradero, a falta de la identificación formal por parte de las autoridades. Al parecer, el español regresaba el pasado sábado por la noche de patinar con unos amigos cuando presenció cómo uno de los tres autores del atentando acuchillaba a una mujer en las inmediaciones del Puente de Londres, e intentó defenderla.

En España, esta ausencia de datos durante tantos días después del suceso se ha percibido con “perplejidad y asombro”, según ha indicado el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis.

Ante la presión por conocerse más datos, la policía explicaba ayer que “identificar a un alto número de víctimas mortales en un asunto de gran magnitud, es un proceso complejo y que presenta desafíos”.

Por otro lado, agentes especializados de la Unidad de la Policía Marina recuperaron de las aguas del río Támesis el cuerpo del ciudadano francés, cuyo paradero también se desconocía.

Cuando comenzó el ataque, Thomas caminaba por el Puente de Londres en dirección sur junto a su novia, que resultó herida de gravedad al ser ambos arrollados por un furgón blanco alquilado por los agresores.

Las víctimas mortales cuyos nombres fueron divulgados por los medios de sus países o por sus familiares son, además de Thomas y Echeverría, la canadiense Christine Archibald, el británico James McMullan, las australianas Kirsty Boden y Sara Zelanak y los franceses Alexandre Pigeard y Sebastien Belanger. - Efe