Johannesburgo. Ahmed Kathrada, compañero de celda y de lucha de Nelson Mandela contra el "apartheid" en Sudáfrica, murió hoy en Johannesburgo a los 87 años de edad después de sufrir complicaciones tras una intervención quirúrgica cerebral.

Miembro del Congreso Nacional Africano (CNA) y militante también del Partido Comunista Sudafricano (SACP), Kathrada fue condenado a cadena perpetua en 1964 junto a Mandela y otros dirigentes de estas organizaciones, y pasó gran parte los de 26 años que estuvo recluido en la cárcel de Robben Island por sus actividades contra el régimen.

Kathrada fue liberado junto a sus compañeros de prisión en 1989, cuando el régimen segregacionista empezaba las negociaciones con la resistencia negra para disolverse y dar paso a la democracia multirracial.

Este veterano de la lucha por los derechos civiles en Sudáfrica fue elegido parlamentario del CNA en las primeras elecciones democráticas, celebradas en 1994, y fue asesor del presidente Mandela, con el que dejó la política en 1999.

Miembro de la minoría india del país y de religión musulmana, Kathrada se implicó después en varias campañas de apoyo al pueblo palestino, y puso en marcha desde la fundación que lleva su nombre numerosos proyectos por la justicia social y contra el racismo.

Kathrada, que estaba casado con la exministra y veterana de la lucha contra el segregacionismo Barbara Hogan, era una de las figuras morales más respetadas y activas en la vida pública sudafricana.

Era el guía habitual que utilizaba la Fundación Mandela para mostrar a sus invitados prisión de Robben Island, donde se encuentra la pequeña celda donde vivió Nelson Mandela, un lugar que conocía de primera mano.

Todo el espectro político le ha rendido homenaje hoy tras conocerse su fallecimiento.

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, ha ordenado que todas las banderas de edificios oficiales ondeen a media asta hasta la celebración del funeral.

El Nobel de la Paz y activista contra el apartheid Desmond Tutu ha alabado la "modestia" y la "humildad" con que vivió siempre Kathrada, a quien ha definido como un líder "de la más alta integridad moral", y ha destacado su compromiso de la justicia por encima de las divisiones raciales.