El lehendakari Iñigo Urkullu declaró, con motivo del 60 aniversario del Tratado de Roma, el “inequívoco compromiso de Euskadi” con el proyecto de integración europeo. “Hoy reafirmamos nuestro compromiso con Europa. Es nuestro proyecto. Más unión, más integración, más proyecto común”, afirmó. En una declaración institucional con motivo de esta efeméride, el Ejecutivo vasco reivindica los valores que inspiraron el Tratado por el que se constituyó la Comunidad Económica Europea y reconoce que “contribuyó a superar las heridas” de la II Guerra Mundial. “La paz, no obstante, no es una cosa hecha, sino un perpetuo quehacer que requiere de sociedades abiertas y, al tiempo, seguras”, precisó.

Según recordó, el Tratado de Roma puso en marcha el proyecto político, económico y social “más importante para Europa en la era moderna, contribuyendo en aquel momento a ilusionar a la ciudadanía en las instituciones que se derivaran de ello”. “Desde entonces la actual Unión Europea ha disfrutado, en un escenario de paz, del mayor período de prosperidad social y económica de su historia”, celebra. Por ello, reivindicó los valores fundacionales de aquella Europa basada en la “defensa de la dignidad del ser humano, lo que exige el compromiso de todos los actores políticos de la UE, desde las instituciones europeas hasta las locales”.

Suma de diversidad En este sentido, reclamó que se vuelvan a atender las palabras de Schuman, Monnet, De Gasperi o Adenauer y las de Agirre, Irujo o Landaburu. “Su ejemplo supone la recuperación de los principios fundacionales del proyecto de Unión Europea desde la suma de la diversidad de los pueblos que la conforman”, aseguró.

“Desde Roma hasta Lisboa, pasando por Maastricht, Amsterdam y Niza, el Tratado de la Unión representa la aspiración compartida de un futuro en paz, basado en los valores de la solidaridad, la justicia social y la democracia a través de un proceso de integración gradual”, señala la declaración, para advertir de que “hoy la Unión Europea no solo atraviesa una crisis existencial, sino que está en juego su supervivencia como modelo de integración política, social y económica”, en alusión al Reino Unido, que se prepara para abandonar la Unión. Para el Gobierno vasco, “una mayor integración no implica uniformidad y debe ser posible avanzar sobre la base del encuentro entre diferentes, la suma de la diversidad y el respeto a la voluntad de los pueblos que componemos Europa”. “Es el momento de la regeneración”, destacó Urkullu.

En este punto, reivindicó una Europa que devuelva la confianza a la ciudadanía en la acción política y en las instituciones. “Es el momento de la participación y la soberanía compartida”, aseguró, para reclamar una Europa integrada en su diversidad, donde puedan convivir diferentes velocidades en la consecución de los objetivos e intereses comunes.

Tras instar a los Estados y autoridades europeas a que sigan avanzando en el proyecto Europa, el Gobierno vasco se compromete “como país” a seguir aportando todo lo que esté en su “mano” por el futuro común europeo. El Gobierno vasco recuerda que ha expresado a lo largo de la historia una “vocación y compromiso europeísta”. “Representamos a una sociedad que aspira a tener lugar y voz propia en el concierto de las naciones en Europa”, concluyó el lehendakari Urkullu. - E. Press