París - Las escenas de pánico se sucedieron ayer en el aeropuerto parisiense de Orly después de que un hombre fuera abatido tras atacar a una patrulla militar del dispositivo antiterrorista, mientras en los aviones los pasajeros bloqueados se mordían las uñas por la falta de información. La joven Lena Tillman acababa de aterrizar en Orly procedente de Barcelona un cuarto de hora después de que se produjeran los hechos a las 8.30 horas. “Nos habíamos levantado ya para recuperar nuestras cosas cuando el comandante nos dijo que había habido un incidente terrorista y la terminal estaba cerrada, por lo que no podemos bajar”, relató desde dentro del avión esta barcelonesa, que temía no poder acudir al concierto que le había traído hasta la capital francesa.
Durante varias horas apenas recibieron información. “No sabíamos qué pasaba, había miedo en la gente, y todo lo que nos decían es que estuviéramos tranquilos”, dijo en conversación telefónica.
Cuatro horas tardaron en comenzar a repartir algo de comida entre los ocupantes de los aviones, algo que coincidió con el momento en que quienes estaban en la terminal Oeste empezaban a desembarcar.
Lena se lo tomó con paciencia. “Tampoco podemos hacer nada, lo mejor es estar tranquilos”, aseguró. En la terminal Sur, donde se produjeron los hechos, la situación fue más tensa.
Los testigos describen escenas de pánico, carreras por los pasillos, pasajeros refugiados en los baños o en los comercios, dejando atrás sus equipajes y enseres personales.
La vendedora de una de las tiendas relató a la televisión BFMTV que habló con el agresor antes de que fuera abatido. Describió que tenía un arma y que trató de atacar a la patrulla de militares. Encañonaba con su pistola a la cabeza de la militar a la que atacó, mientras sus dos compañeros de la patrulla del Ejército del Aire lo apuntaban a él. Ella trató de persuadirle de que depusiera su actitud, sin conseguirlo. El individuo seguía con su arma en la mano antes de que los agentes le dispararan. Los testigos escucharon tres disparos. En pocos minutos la policía comenzó una rápida operación de desalojo de las dos terminales.
“En el avión nos dijeron que íbamos a tardar en salir porque estaban buscando explosivos. Por un lado eso te da miedo y por otro pues te cargas de paciencia”, relató Lena.
Desde su ventana, la pasajera vio cómo comenzaban a evacuar los aviones que rodean al suyo. Antes, agentes de la policía entraron en cada aparato para registrarlo.
Los pasajeros fueron muy críticos con las medidas de seguridad. “¿Cómo ha podido alguien entrar con una pistola en el aeropuerto?”, se pregunta la dependienta.