Munich - El vicepresidente de Estados Unidos (EEUU), Mike Pence, y la canciller alemana, Angela Merkel, se comprometieron ayer a mantener la estrecha relación entre sus países, en el primer encuentro bilateral de alto nivel de la política europea con un alto cargo de la nueva administración estadounidense. La conversación tuvo lugar en el marco de la Conferencia de Seguridad de Munich (MSC), un importante foro de política exterior, y sirvió como una primera toma de contacto tras las fricciones surgidas entre ambos lados del Atlántico a raíz de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Tras la reunión, la oficina de la vicepresidencia de EEUU aseguró en un comunicado que ambos interlocutores “reafirmaron la duradera alianza entre EEUU y Alemania y se comprometieron a mantener su estrecha cooperación en un amplio abanico de retos globales”. Pence y Merkel abordaron, asimismo, el debate sobre el gasto militar en el seno de la OTAN, tras la exigencia de la nueva administración de Washington de que sus socios en la Alianza aumenten su presupuesto en defensa. Pence reiteró el compromiso sólido de Trump con la OTAN y Europa, pero advirtió a sus aliados de que deben también cumplir con su palabra y de que “ha llegado el momento de hacer más”. Asimismo, garantizó el “total compromiso” de la administración de Donald Trump para que Irán nunca obtenga un arma nuclear capaz de amenazar a los aliados de su país, “especialmente Israel”.
Por otro lado, el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, defendió ante la Conferencia de Seguridad de Munich el decreto migratorio suspendido por la justicia de su país y garantizó que la nueva orden ejecutiva que contempla Donald Trump será una versión “más ajustada” de la primera, que no dejará varado a nadie en los aeropuertos. Kelly afirmó que la nueva orden garantizará, por ejemplo, que si una persona afectada por el nuevo decreto está en tránsito hacia EEUU, en otro país o volando, cuando lleguen podrá entrar en territorio estadounidense. Preguntado sobre la posibilidad de que puedan viajar a EEUU ciudadanos de determinados países afectados por el nuevo decreto migratorio, y que ya tengan la green card o permiso de residencia permanente, Kelly respondió: “Es una buena suposición”.
Kelly no dio más detalles, pero subrayó que el objetivo de la orden es estudiar si los siete países afectados -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen-son “fiables”, y -según dijo- “no lo son mucho”. Aseguró asimismo que al Gobierno le sorprendió que la justicia suspendiera la primera orden, que cancelaba durante 120 días la entrada de refugiados en el país y la concesión de visados a esos siete países de mayoría musulmana.
Acusaciones Por otro lado el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, exigió ayer en Munich “pruebas” a los gobiernos occidentales que acusan a Moscú de ciberespionaje y ciberataques, y apuntó que EEUU ha evitado en repetidas ocasiones sentarse a hablar con ellos sobre este asunto. Lavrov acusó a Occidente de emplear dobles estándares. “Dadnos pruebas (...) No he visto pruebas” que sustenten las acusaciones contra Moscú”.