ESTAMBUL. "Hasta ahora, en el ataque han perdido la vida 30 ciudadanos y hay 94 ciudadanos heridos", indica el comunicado, difundido en la web de la institución.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha condenado el atentado en un comunicado, accesible en su web, en el que pide "paciencia y fortaleza" a la nación.
"Un terror que es tan enemigo de la humanidad que lanza una bomba contra un lugar de bodas, sin respetar ningún valor, ha mostrado su rostro convirtiendo una boda en un lugar de luto", reza la nota.
"Continuaremos la lucha con decisión contra esta vil organización terrorista que atenta contra la inocencia y la vida", afirma la nota, sin precisar quiénes son los responsables.
También un comunicado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado y prometió que "no se comprometerá" la convivencia en el país. "Este juego canalla no va a funcionar en Gaziantep", aseveró.
El viceprimer ministro Mehmet Simsek destacó en una intervención, transmitida por la cadena NTV, la "ubicación geográfica" de Gaziantep, situada a apenas 50 kilómetros de la frontera siria y retaguardia para varios grupos armados sirios.
Subrayó también la "convivencia" de diversos grupos étnicos, como turcos, kurdos y árabes, en la ciudad y alabó la respuesta de la población que se posicionó de inmediato contra el ataque.
Pidió que no se llevasen a cabo "provocaciones", pero no indicó tampoco sospechas de quién podría estar detrás del atentado.
El partido izquierdista prokurdo HDP ha indicado en un comunicado que los novios que se casaban en la boda que fue blanco del atentado eran miembros de su formación política.
"Condenamos a quienes lanzaron este ataque y las fuerzas e ideologías tras sus acciones", reza un comunicado del partido enviado a la prensa.
Se sospecha que el atentado fue cometido por un suicida, según indicó a la citada cadena Mehmet Erdogan, un diputado del partido gubernamental AKP.
En todo la región del sureste, que alberga una mayoría de población kurda, existe desde hace años una fuerte tensión entre los colectivos izquierdistas cercanos al partido HDP y los movimientos islamistas en la órbita del Estado Islámico (Dáesh).
Así, las víctimas del primer atentado suicida del Dáesh en Turquía, en julio de 2015, eran activistas de la izquierda prokurda congregados en Suruç, en la provincia de Sanliurfa, vecina a Gaziantep