MIAMI. El Buró Federal de Investigación (FBI) informó de que, mientras algunas personas eran liberadas por un agujero abierto en un camerino de la discoteca al retirar un aparato de aire acondicionado, Mateen dijo a las personas que tenía retenidas que iba a poner "cuatro chalecos con bombas" a rehenes en 15 minutos.

Mateen, un estadounidense de 29 años y origen afgano, aseguró además a uno de los negociadores que tenía un chaleco como el "usado en Francia", en referencia a los chalecos explosivos que portaban los terroristas que atentaron el 13 de noviembre de 2015 en París, donde murieron 130 personas y hubo centenares de heridos.

Estas referencias a los explosivos fueron las que llevaron a la Policía a entrar en el local nocturno por el temor de que aumentase el número de muertos, que quedó en cincuenta, incluido el propio Mateen, aunque finalmente no se halló ningún artefacto en el interior de Pulse.

Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre por arma de fuego en Estados Unidos se identificó como "soldado islámico" y juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI), según medios que citan fuentes del FBI.

Sin embargo, el agente especial del FBI Ron Hopper dijo hoy en una rueda de prensa cerca de la discoteca de Orlando que en estos momentos no existe "ningún indicio de que (Mateen) estuviese relacionado con grupos terroristas islámicos".

Mateen entró en la discoteca de ambiente gay Pulse con un fusil de asalto y una pistola y mató a 49 personas en un hecho en el que resultaron heridas otras 53, cuatro de ellas todavía en estado crítico.

Las tres conversaciones entre los negociadores de la Policía de Orlando y el autor de la masacre aquella noche duraron en total 28 minutos, aunque las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, sin éxito.

Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró además que en los "próximos días" se iban a registrar "más de este tipo de acciones", aunque las autoridades estadounidenses han afirmado en repetidas ocasiones que no hay indicios creíbles que lleven a pensar que sea así.

Por su parte, el jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del "sospechoso y solo del sospechoso" y rechazó que alguna de los muertos pudiera haber sido por disparos de los agentes que participaron en la operación.

Mina y Hooper explicaron que "agentes de policía estuvieron en minutos dentro" del local y que "no hubo tiros adicionales durante las tres horas del enfrentamiento, hasta que comenzó el intento de rescate de los rehenes".

Agregaron que, durante el enfrentamiento con Mateen, la Policía logró rescatar con vida a varias víctimas del tiroteo.

Hopper aseguró que Mateen llamó al teléfono de emergencias 911 de una "manera escalofriantemente relajada y calmada".

La primera llamada que efectuó el asaltante se produjo a las 2.35 hora local (6.35 GMT).

Sus primeras palabras, en árabe, fueron, según la transcripción, "en el nombre de Alá, el misericordioso" y que "la paz sea con el profeta de Dios".

Poco después, se sucedieron las tres negociaciones telefónicas con la Policía: la primera, de 9 minutos de duración, a las 2:48 (6:48 GMT); la segunda, que duró 16, a las 3:03 (7:03 GMT), y la tercera, a las 3:24 (7:24 GMT), duró 3 minutos.

Las autoridades señalaron en la conferencia que se han practicado ya más de medio centenar de entrevistas relativas a esta masacre que ha conmocionado al país y, en especial, a la comunidad y LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), pues aquella noche Pulse celebraba la Noche Latina.

Durante la negociación, Mateen exigió a Estados Unidos que detuviera el bombardeo sobre Siria e Iraq, ya que ese era el motivo de la matanza.

Sin embargo, Hopper resaltó que siguen investigando para determinar si había más personas implicadas en el atentado y que este "acto horrendo" no tiene "nada que ver con el Islam, sino que es una visión pervertida" de Mateen, cuyo cuerpo ha sido entregado ya, sin que se conozcan detalles del cuándo y a quién.

El agente añadió que la Policía ha logrado recoger unas 600 pruebas en el lugar de la matanza.