Gernika - Gernika celebró ayer el 79 aniversario del bombardeo que sembró de destrucción esta villa vizcaína durante la Guerra Civil con un llamamiento a la Unión Europea para que “no dé la espalda” a los miles de refugiados que en la actualidad escapan de la guerra en busca de un futuro mejor. Así lo proclamó el alcalde de Gernika, José María Gorroño, durante el acto de entrega de los XII Premios Gernika por la Paz y la Reconciliación, que han sido concedidos al ex presidente de Uruguay, José Mujica, quien no ha podido acudir para recoger el galardón por razones de salud, y al antropólogo vasco Francisco Etxeberria.
A propuesta del alcalde, los asistentes al acto de entrega de premios guardaron un minuto de silencio por los refugiados sirios. Los miles de mujeres, hombres y niños que en la actualidad arriesgan sus vidas para escapar de la guerra fueron también recordados por el hijo de George Steer, el periodista británico que dio a conocer el bombardeo de Gernika, en la ofrenda floral que ha sido tributada a su padre. “No es fácil resolver su problema, pero si mi padre viviera escribiría para contribuir a solucionarlo”, afirmóSteer.
Tras recoger el galardón, el antropólogo vasco Francisco Etxeberria, quien ha sido reconocido por su labor en la recuperación de restos de las personas asesinadas durante la Guerra Civil, dedicó el premio a todo su equipo. De igual forma, el antropólogo, que ha contribuido a la recuperación de más 8.500 esqueletos sepultados en fosas comunes, lamentó que, además de asesinar a personas, trataban de ocultar los crímenes, por lo que ha entregado al Ayuntamiento una de las piedras colocadas para evitar el descubrimiento de los cadáveres.
En un acto amenizado con música de Kepa Junkera, el alcalde de Gernika reivindicó la “pedagogía de la memoria” y el hecho de que, para poder perdonar, es necesario que las víctimas tengan “una documentación objetiva de los hechos”.
Los actos de recuerdo del bombardeo se iniciaron con una ofrenda floral en memoria de José Labauria, alcalde de esta villa durante el bombardeo. Por la tarde, continuaron con un toque de sirena como las que avisaban de la llegada de los aviones enemigos, un responso en el cementerio y una manifestación con velas encendidas. - Efe