PARÍS. El único autor con vida de los atentados del pasado 13 de noviembre (13-N) en París, Salah Abdeslam, trató de desvincularse de la organización de esos ataques, que atribuyó a su hermano Brahim y a Abdelhamid Abaaoud, en su declaración a la policía belga tras ser detenido, según el canal francés "BFMTV".
Abdeslam dijo que renunció de forma voluntaria a hacerse explotar junto al Estadio de Francia como en principio estaba previsto, y que, tras dejar allí a sus tres compañeros que sí se suicidaron, condujo el coche, después tomó el metro y a continuación contactó con otro terrorista ahora huido, Mohamed Abrini.
En cualquier caso, los expertos alertan de que la versión de Abdeslam está plagada de inconsistencias y mentiras, lo que la hacen muy poco fiable para tratar de reconstruir lo ocurrido.
Según su declaración, Abdeslam, considerado el responsable logístico de los atentados, alquiló los coches y reservó las habitaciones de hotel a instancias de su hermano Brahim (que se suicidó con explosivos en un café del centro de París), quien era además quien le facilitaba el dinero para hacerlo.
Sin embargo, señaló que era Abaaoud, abatido por la policía cinco días después de los atentados, el jefe de la célula, aunque dijo que apenas lo conocía tras haberlo visto "una sola vez".
Los investigadores recuerdan que esa es una de las mentiras en su confesión, ya que ambos fueron condenados juntos en 2010 por un delito de delincuencia común.
Abdeslam, que ha pedido su extradición a Francia, también mintió presuntamente al decir que no reconocía en una foto a Najim Laachraoui, quien solo tres días después de su declaración participó como suicida en los atentados del martes en Bruselas.
Sin embargo, en 2015 el propio Abdeslam viajó a Hungría para recoger a Laachraoui y trasladarle hasta Bélgica, según consta en el registro de control de fronteras entre Austria y Hungría.
Laachraoui fue además el presunto artificiero de los comandos que atentaron el 13 de noviembre del año pasado en París, cuando murieron 130 personas.