Buenos Aires - El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri,completó ayer los actos protocolarios de toma de posesión de la Jefatura del Estado al recibir el bastón de mando y la banda presidencial en la Casa Rosada, sede de la Presidencia, tras prestar juramento en el Congreso. El senador Federico Pinedo, que desde la medianoche pasada, durante doce horas, fue la máxima autoridad del país en un rocambolesco proceso de investidura, fue el encargado de entregar los atributos de mando a Macri, ante la negativa de la ya expresidenta Cristina Fernández a participar en la ceremonia.

La entrega de los atributos de mando a Macri generó una agria polémica entre la anterior presidenta y el nuevo gobernante que terminó en la Justicia.

Macri quiso retomar la tradición previa al kirchnerismo y recibir los atributos en la Casa Rosada, mientras que Fernández pretendía entregárselos en el Congreso, una costumbre que estrenó su fallecido marido, Néstor Kirchner, y que había seguido ella misma en la toma de posesión de sus dos mandatos. Finalmente, el ahora presidente recurrió a la Justicia, que limitó el mandato de Fernández a la medianoche del miércoles y despejó a Macri el camino para organizar su protocolo de investidura.

El ahora opositor Frente para la Victoria (FpV), el partido de la expresidenta Cristina Fernández, mostraba sus primeras divisiones internas durante la ceremonia de investidura del nuevo presidente argentino, Mauricio Macri. La gran ausente del acto de jura de Macri en el Congreso ha sido Cristina Fernández y también los diputados del Frente para la Victoria, entre ellos su hijo Máximo, que acordaron no asistir al acto en solidaridad con la expresidenta.

El bloque kirchnerista del Senado dejó libertad de acción a sus integrantes. Aunque inicialmente se esperaba también un “plantón” de senadores, a la investidura de Macri acudieron numerosos miembros del bloque del FpV, varios gobernadores e incluso el excandidato oficialista y exgobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Pese a lo que temía el frente conservador Cambiemos, que lidera Macri, no hubo abucheos durante la jura del nuevo presidente ni en su posterior discurso en el Congreso, acogido, por el contrario, en algunos momentos, con fuertes aplausos. - Efe