YAKARTA. El vuelo QZ8501 desapareció de las pantallas de los radares sobre el norte del Mar de Java el 28 de diciembre, a menos de la mitad de su viaje de dos horas desde Surabaya, la segunda ciudad más poblada de Indonesia, a Singapur. No hubo supervivientes entre las 162 personas que viajaban a bordo.
La causa del accidente sigue siendo un misterio, y los funcionarios esperan que las llamadas cajas negras --las grabadoras de datos del vuelo y de las voces en la cabina-- brinden pistas clave. El avión que se estrelló era un Airbus A320-200, que almacena las grabadoras cerca de la sección de cola.
La cola del avión fue hallada el miércoles en el lecho marino a unos 30 kilómetros de la última ubicación conocida del avión a una profundidad de entre 28 y 32 metros.
"Después de que localizáramos la cola, nuestro plan es hacer todo paso a paso", ha dicho Fransiskus Bambang Soelistyo, jefe de la agencia de búsqueda y rescate de Indonesia. "Primero (revisaremos si) la caja negra aún está en su lugar, en la cola, o si se ha separado", ha agregado.
Un total de 84 buzos están en barcos en la zona y los equipos comenzaron a revisar la cola del avión a las 6.45 horas (hora local), en medio de una mala visibilidad y fuertes corrientes que han interferido con los esfuerzos.
Si los equipos de buzos confirman la ubicación de las grabadoras, la cola probablemente será sacada del mar utilizando una grúa capaz de levantar hasta 70 toneladas.
Barcos con localizadores de señales acústicas diseñados para detectar a las cajas negras estaban en la zona, pero ya no están siendo utilizados, en una posible señal de confianza entre los funcionarios indonesios de que las grabadoras serán halladas pronto.