kiev - Tanto el Gobierno de Ucrania como los separatistas prorrusos del este del país, enfrentados en un conflicto armado, valoraron ayer la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de renunciar al envío de tropas al país vecino. La decisión de Putin coincidió con el primer día de una tregua en Ucrania entre el Ejército y los rebeldes ensombrecida ayer mismo por la muerte de nueve efectivos ucranianos en un helicóptero militar derribado por los prorrusos con un misil tierra-aire, como los que Kiev denuncia que los insurgentes reciben de Rusia.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, calificó el gesto de Putin como el “primer paso práctico de Rusia” para apoyar el plan de paz ideado para las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk. “Tenemos que ver la decisión real, pero este hecho ya es un importante paso hacia adelante”, declaró a su vez en Viena el nuevo ministro de Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin, durante una conferencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Por su parte, los milicianos de la autoproclamada república popular de Donetsk declararon que la decisión del líder ruso ayudará a paliar el conflicto. “A día de hoy, esa decisión es correcta, contribuirá a apaciguar la tensión”, aseguró el “viceprimer ministro” del ente separatista, Andrei Purguin. Agregó que la iniciativa de Putin es, además, “un paso para salir del nerviosismo, especulaciones y la abierta rusofobia expresada por algunos ucranianos”.
Amenaza desde el 1 de marzo Putin propuso ayer al Consejo de la Federación (Senado) de Rusia anular la autorización para enviar tropas a Ucrania, otorgada al jefe del Kremlin el pasado 1 de marzo, y la Cámara Alta ya anunció que se reunirá hoy mismo para estudiar la propuesta realizada por el presidente.
El permiso para el envío de las tropas fue aprobado una semana después del derrocamiento del presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, a raíz de masivas protestas populares y en vísperas de la anexión por Rusia de la península ucraniana de Crimea.
Mientras, el propio Putin declaró ayer en Viena que una tregua de siete días en el este de Ucrania no es suficiente para solucionar el conflicto y que se necesitan conversaciones políticas sustanciales, incluidas negociaciones directas de Kiev con los separatistas. “Un alto el fuego de siete días no es suficiente. Necesitamos negociaciones reales, acompañadas por conversaciones diplomáticas. Si en siete días queremos realizar un desarme, pero sin negociaciones sustanciales, entonces estamos condenados al fracaso”, afirmó el presidente ruso.
La propuesta de Putin al Senado ruso coincidió con la tregua acordada a última hora de ayer entre las autoridades ucranianas y los rebeldes prorrusos, y también con la advertencia de la Unión Europea y Estados Unidos a Rusia sobre nuevas sanciones, en esta ocasión económicas, si Moscú no contribuye al plan de paz para las rebeldes regiones ucranianas.
La tregua fue alcanzada en las primeras conversaciones entre representantes de Kiev y los líderes de la sublevación prorrusa celebradas desde que estallaron los enfrentamiento armados, hace casi dos meses.
Sin embargo, ya en su primer día se vio ensombrecida por las denuncias por ambas partes de violaciones del alto el fuego. Así, un helicóptero ucraniano Mi-8 con nueve militares a bordo fue derribado por insurgentes prorrusos cerca de la ciudad de Slaviansk.