Bruselas. La Unión Europea aprobó ayer suspender algunas de las sanciones económicas impuestas a Irán, tal y como prevé el plan de acción alcanzado entre las potencias del Grupo 5+1 y Teherán sobre el polémico proyecto nuclear iraní, con el fin de allanar el camino para lograr un pacto definitivo en seis meses.

Los ministros europeos aprobaron suavizar las medidas restrictivas hacia Irán tras recibir del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la constatación de que ese país ha suspendido la producción de uranio enriquecido al 20%, una de las condiciones del acuerdo alcanzado entre las partes en noviembre en Ginebra.

Esa agencia de la ONU emitió ayer un informe restringido en el que asegura que Teherán ha dejado de procesar uranio enriquecido por encima de una pureza del 5% en las plantas de Natanz y Fordow, y que ha parado parte de la maquinaria que usa para producir ese combustible nuclear.

El acuerdo de Ginebra, que entraba en vigor ayer, obliga a Irán a congelar parcialmente su programa nuclear a cambio del levantamiento de algunas sanciones y el compromiso del G5+1 -EEUU, Francia, el Reino Unido, China y Rusia, más Alemania- de no imponer nuevas medidas durante seis meses. En ese periodo las partes negociarán un acuerdo definitivo para frenar la expansión del programa nuclear.

En concreto, los ministros han decidido suspender la prohibición de proveer seguros y transporte a las exportaciones de crudo iraní, así como de importar, comprar o transportar productos petroquímicos y servicios relacionados iraníes, explicó el Consejo en un comunicado.

De cara al transporte del crudo y los productos petroquímicos de ese país, se ha suspendido igualmente el veto a la provisión de embarcaciones.

También ha quedado suspendida la prohibición de comerciar oro y metales preciosos con Irán, sus organismos públicos y su Banco Central, mientras que los umbrales para autorizar las transferencias financieras hacia y desde Irán se han elevado para facilitar el comercio legítimo con ese país.