PARÍS. Los asuntos privados se tratan en privado". Fue lo único que François Hollande, presidente de Francia, cazado por la revista Closer de visita nocturna al apartamento de su amante, a 200 metros del Elíseo, concedió respecto a la relación que mantiene con la actriz Julie Gayet, una affaire extramatrimonial, -Hollande está casado con la periodista Valérie Trierweiler- que ha sacudido los cimientos de Francia y ha mancillado la reputación del presidente de la república, de por sí maltrecha durante un mandato marcado por la crisis económica. Mientras la primera dama se recupera de la depresión generada por el engaño de su marido en un -Hollande le visitó el viernes por primera vez en el hospital-, en el Hexágono se debate si la vida privada del máximo mandatario pertenece únicamente a la esfera personal de Hollande o si por el contrario debido a su condición de político, y por tanto de personaje público, su comportamiento, incluso el de alcoba, merece interés público.

En medio de la polémica, de la encendida discusión sobre el alcance de la vida íntima de Hollande, -se estima que la relación entre el presidente francés y la actriz comenzó hace un par de años y hay quién se pregunta ya si Gayet será la nueva primera dama- lo cierto es que la conducta de François Hollande se enmarca dentro de la tradición de los inquilinos del Palacio del Elíseo, históricos coleccionistas de amantes. Es más, Félix Faure, presidente francés entre 1895 y 1899, murió en la cama elísea mientras hacia el amor con una joven amante. En perspectiva, el de Hollande es el último capítulo de la erótica del poder, un poderoso afrodisiaco que ha atrapado a todo tipo de mujeres y que sostiene el hilo argumental de las Amazonas de la República, un libro que bucea en las relaciones mantenidas entre periodistas que cubrían la actualidad política del Elíseo y sus inquilinos.

Valéry giscard d'Estaing

(1974-1981)

Autor de una novela que tituló El presidente y la princesa, Giscard d'Estaing, presidente de Francia entre 1974 y 1981, insinuaba en su libro una relación entre él y Lady Di, si bien nunca llegó a confirmar el presunto affaire. Giscard d'Estaing acumuló muchas amantes durante su presidencia y, además de la supuesta relación con Diana, entre sus conquistas asoma la fotógrafa Marie-Laurie Decker. El político también se interesó por una periodista, que sin embargo esquivó sus proposiciones durante un fin de semana que pasaron en un castillo propiedad del mandatario. Giscard d'Estaing, narra Amazonas del Elíseo, incluso escribió y dedicó varios poemas a su amada, pero ésta le rechazó. Con todo, entre las andanzas amatorias del expresidente francés destaca una anécdota. En septiembre de 1974 sufrió un accidente de coche, conducía un Ferrari prestado, mientras iba acompañado por una conocida actriz. Giscard d'Estaing chocó contra el camión del lechero. Los bomberos y la policía le sacaron del atolladero, pero la prensa se enteró.

françois mitterrand

(1981-1995)

Mitterrand, el presidente que más tiempo estuvo al mando de Francia, tuvo un incontable número de amantes que le dieron placer dentro y fuera de los muros del Palacio del Elíseo. Su vida extraconyugal no tenía límite. Acumuló una larga lista de conquistas con su estilo atento y sus buenos modales. Si bien alguna se resistió a sus encantos, fueron muchísimas las que compartieron sábanas y confidencias con François Mitterrand, que también se especializó en relaciones con periodistas que cubrían la información del Elíseo. Las aventuras de Mitterrand fuera del matrimonio se prolongaron hasta el final de sus días. De hecho, en su funeral, -falleció el 8 de enero de 1996 víctima de un cáncer-, estuvieron presentes sus dos familias. La que había construido con su mujer, Danielle Mitterrand, la que fuera primera dama de Francia, que acudió con sus dos hijos a las exequias, y la familia que formó con una antigua amante y su hija, fruto de la relación que ambos mantuvieron. La existencia de Mazarine Pingeot estuvo en secreto durante muchos años hasta que la revista Paris Match publicó las fotos de una joven con un parecido extraordinario a François Mitterrand. La imagen de las dos familias, los Mitterrand y los Pingeot, al lado del féretro del expresidente, generó un extraordinario revuelo en el Hexágono a pesar de conocer la historia del que fuera su presidente.

jacques chirac

(1995-2007)

Jacques Chirac tomó el relevo en la presidencia de Mitterrand y también destacó por sus incursiones amatorias. El expresidente reconoció en una entrevista que le gustaban las mujeres, aunque aseguró que "nunca había abusado". Bernadette, su esposa, sostenía que eran las mujeres las que perseguían a su marido, según ella "galopaban" tras él, pero Chirac tampoco mostró demasiada destreza a la hora de alejarse de ellas y en numerosas ocasiones fue a su encuentro. Antes de su llegada al Elíseo Chirac tenía fama de mujeriego y son muchos los que recuerdan el día que besó las manos de Brigitte Bardot. Su chófer, Jean Claude Laumond, le rememoró de otra manera en un libro que describía a Chirac como un tipo siempre dispuesto a la conquista aunque apenas sí invertía tiempo. Mantuvo un tórrido romance con Jaqueline Chabridon, una periodista. Del tiempo de sus noches amatorias con distintas amantes en palacio también escribió el chófer en su libro revancha. "¿Chirac? Tres minutos, ducha incluida", relató que se escuchaba entre las paredes del Elíseo, la alcoba de Francia.

nicolas sarkozy

(2007-2012)

El aterrizaje de Nicolas Sarkozy en el Elíseo también está cosido a asuntos de faldas. Casado con Cecilia Ciganer, Sarkozy llegó a la presidencia con su matrimonio a punto de saltar por los aires. De hecho, mientras estuvo separado de su mujer, la periodista Anne Fulda le consoló. Cecilia volvió con Nicolas Sarkozy para las presidenciales de 2007. Sin embargo, ella apenas duró cinco meses como primera dama. En otoño de 2007, la periodista Laurence Ferrari, posteriormente designada para presentar el telediario nocturno de TF1 en 2008, visitaba a diario a Sarkozy por la puerta de atrás del Elíseo. Laurence Ferrari solía desplazarse a las citas en un coche con el distintivo presidencial, según se cuenta en Amazonas de la República. De aquella relación a hurtadillas, Sarkozy pasó a la exposición absoluta de la mano de Carla Bruni, exmodelo, cantante y actual esposa del expresidente francés. Bruni se convirtió en la primera dama hasta que duró el mandato de Sarkozy, que cedió ante Hollande y las amantes del Elíseo.