moscú. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, mantuvieron ayer una conversación telefónica centrada "esencialmente" en "la situación en Siria" y las informaciones sobre el posible uso de armamento químico por parte del régimen de Bachar al Asad.

Horas antes, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió de que las declaraciones de algunos altos cargos en Washington, Londres y París recuerdan inevitablemente a las semanas previas a la guerra de Irak en 2003, cuando una coalición liderada por Estados Unidos invadió ese país sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.

"La campaña del miedo ya ha empezado, y así empezaron los acontecimientos en Irak hace diez años", dijo el jefe de la diplomacia rusa. El ministro ruso subrayó que Estados Unidos, Francia y Reino Unido hablan oficialmente de la existencia de "pruebas irrefutables" del uso del armas químicas por las autoridades sirias.

"Hasta ahora no pueden presentar estas pruebas, pero señalan que la línea roja se ha traspasado y no se puede perder más tiempo", precisó Lavrov. "Con este pretexto, crece la acumulación de medios militares en la región y se escuchan llamamientos e incluso amenazas del uso de la fuerza militar", recalcó.

Así, calificó de "peligrosas" las declaraciones que se escuchan en algunas capitales de Occidente acerca de que la OTAN podría intervenir en Siria sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. Lavrov también había hablado previamente con el secretario de Estado, John Kerry, donde, según relató, el ministro ruso preguntó al americano: "¿Cuál es vuestro plan? ¿Cómo pretendéis hacer para que vuestra ya declarada o casi declarada, pero aún no autorizada acción contra Siria resuelva los problemas de la región y no los multiplique hasta llevarla a una catástrofe?".

Por otra parte, el jefe de la diplomacia rusa recordó que las acusaciones contra Damasco contradicen los recientes acuerdos alcanzados en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno del G8 en Lough Erne (Irlanda del Norte).

"En la declaración de esa cumbre está con todas sus letras que cualquier información sobre el uso de armas químicas en Siria debe ser investigada de la forma más rigurosa y profesional" y los resultados de tales pesquisas han de ser llevados al Consejo de Seguridad de la ONU.

"¿Cómo pretendéis

que la acción resuelva los problemas y no los multiplique?", preguntó Exteriores en Moscú