washington. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó ayer la muerte el miércoles de 355 personas con síntomas neurotóxicos en la periferia de Damasco, en una jornada en la que el régimen sirio y los rebeldes redoblaron sus acusaciones mutuas sobre el uso de armas químicas y el presidente Obama se reunió en la Casa Blanca con sus asesores de seguridad nacional para analizar las opciones militares en Siria. Unas opciones que se podría acelerar de confirmarse el dato de la citada ONG, que asegura que en al menos tres hospitales de la provincia de Damasco atendieron ese día a 3.600 ciudadanos con los mismos síntomas, horas después de un controvertido ataque contra Guta Oriental y Occidental.
"El personal médico de esos centros ofreció información detallada a los doctores de MSF sobre el gran número de pacientes que llegaron con síntomas (neurotóxicos), como convulsiones, salivación excesiva, pupilas dilatadas, visión borrosa y dificultades respiratorias", indicó Bart Janssens, director de operaciones de esta organización. Estas personas fueron tratadas principalmente con atropina, medicamento utilizado en víctimas de armas químicas, agregó MSF, antes de precisar que su personal no se pudo acercar a la zona por falta de seguridad. Las cifras y los detalles aportados por MSF son similares a los ofrecidos ayer por una ONG siria, que cifró en 322 los muertos en un ataque que atribuye a la dictadura de Bashar al Asad.
En un comunicado divulgado en Beirut, el Observatorio de Sirio de Derechos Humanos (OSDH) detalló que entre las víctimas mortales se contabilizaron 54 niños y 82 mujeres, además de decenas de rebeldes y 16 cadáveres que no han podido ser identificados. Las revelaciones coincidieron con la llegada a Damasco de la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, quien tratará de persuadir a las autoridades sirias de que permitan el acceso inmediato a la zona del supuesto ataque con armas químicas en la periferia de la capital. Su misión se antoja una quimera a tenor de la confusión que impera en el país, con ambas partes acusándose de nuevo, y el incremento de la tensión bélica internacional, con Estados Unidos, Rusia, China e Irán a la cabeza.
Según fuentes de la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió ayer con miembros de sus gabinete de Seguridad para estudiar posibles opciones de cara a una eventual intervención bélica. En este sentido, el diario The New York Times asegura que el Pentágono sopesa la posibilidad de una acción área similar a los bombardeos de la OTAN en la antigua Yugoslavia. La cadena de televisión CBS reveló, por su parte, que el Ejército estadounidense ha enviado al Mediterráneo oriental un cuarto buque de guerra armado con misiles balísticos capaces de alcanzar objetivos en Siria.
presiones a obama Frente a las presiones de los más duros, como el senador republicano John McCain, que han urgido a emprender alguna acción que contribuya al fin de Al Asad, el mandatario se muestra aún muy cauto. El presidente manifestó su temor a la posibilidad de que una intervención directa contribuya en realidad a que grupos extremistas con intereses opuestos a Washington tomen el poder en un país estratégico para la paz en la región.
Los movimientos de Washington despertaron ayer los recelos de Irán, país que mantiene una alianza estratégica con Siria desde la década de los ochenta y una relación hostil con Estados Unidos. "Irán ya ha dicho en numerosas ocasiones que no existe una salida militar a la crisis Siria y que las provocaciones y otro tipo de movimientos solo ayudan a complicar la situación regional y a avivar las tensiones", recalcó el portavoz de Asuntos Exteriores.
w El presidente de EEUU analiza con sus asesores del Pentágono las opciones en Siria y envía a la zona un cuarto barco de guerra w Médicos Sin Fronteras informa de 355 muertos por agentes químicos
Un hombre llora ante el féretro de un niño muerto tras el ataque del pasado miércoles. Foto: AFP
Senadores republicanos urgen a Obama a emprender ya acciones, aunque el presidente se muestra aún cauto