Bogotá. El Gobierno y la sociedad colombiana celebraron ayer el primer acuerdo con las FARC referido al problema de la tierra, origen de un conflicto armado que dura casi 50 años, con la excepción de los ganaderos, poseedores de grandes extensiones de territorio -se dice que poseen la tercera parte de la superficie del país- y que calificaron la decisión de "desafortunada". Las muestras de satisfacción contrastaron con las declaraciones del presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie, quien criticó el acuerdo. "Desafortunadamente las FARC terminan llegando a un acuerdo en esta materia", dijo, al precisar que el modelo que necesita Colombia "de cara a los grandes mercados" nada tiene que ver "con la visión reduccionista de las FARC", y lamentó que el Gobierno haya "legitimado" a la guerrilla.
La inquietud de Fedegan viene de las palabras del jefe de los negociadores del Gobierno en La Habana, Humberto de la Calle, quien dejó claro que el acuerdo "permite transformar de forma radical la realidad rural". "Un cambio histórico, un renacimiento del campo colombiano, que puede darse en el escenario del fin del conflicto", aseveró De la Calle, para quien el acuerdo "supera la visión tradicional de una reforma agraria y pretende crear cambios reales para cerrar la brecha entre el país rural y el urbano".
La Fedegan tiene un gran poder en el país y con el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) controlaba el Ministerio de Agricultura de donde han salido una gran cantidad de subvenciones millonarias. Además, siempre se ha acusado a Fedegan de estar detrás de las fuerzas paramilitares y del robo masivo de tierras a los campesinos. El expresidente Uribe -al que también se ha acusado de relación con los paramilitares- expresó también ayer su descontento con el acuerdo y aseguró que el Gobierno ha premiado a "terroristas".
Uribe arremetió contra el acuerdo sobre la tierra, primer punto de la agenda pactada para los diálogos en la capital cubana, con un comentario en el que, tras señalar que la guerrilla de las FARC "asesinan" a soldados y policías de Colombia, el Gobierno "los premia con acuerdo sobre el agro". Uribe calificó de "inaceptable que el modelo del campo colombiano lo negocie el gobierno (de) Santos con el narcoterrorismo", y añadió que la administración "negocia" la dignidad de las familias campesinas "con el terrorismo que ha secuestrado los niños". El exmandatario, fuerte crítico de Santos, su sucesor, lamentó que el Gobierno, en vez de "combatir a los terroristas", los eleva a la categoría de "interlocutores políticos" y negocia con ellos "el futuro rural de Colombia".
En cambio, pocos minutos después de conocerse desde La Habana el acuerdo sobre el primer punto de la agenda del proceso de paz, el problema del injusto reparto de la tierra en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos calificó de "paso fundamental" el anuncio. "Celebramos, de veras, este paso fundamental en La Habana hacia un pleno acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto", dijo Santos a través de las redes sociales, para enfatizar: "continuaremos con el proceso con prudencia y responsabilidad".
"Histórico e irreversible" Posteriormente, el presidente del Senado y articulador de las Mesas Regionales de Paz, Roy Barreras, lo calificó de "histórico" e "irreversible". "Se superó el premio de la montaña. Ahora vienen las etapas contrarreloj de aquí a noviembre", dijo Barreras en metáfora sobre los éxitos de los ciclistas colombianos en el Giro. Barreras insistió en la necesidad de acelerar el proceso para lograr un entendimiento definitivo antes de fin de año, ya que quedan temas importantes por negociar: participación política, narcotráfico, víctimas y dejación de las armas. Desde la oposición, la exsenadora Piedad Córdoba, también celebró el acuerdo y se congratuló porque, al fin, se "reconozca" a los campesinos. "Histórico este avance, esperamos que asuntos de fondo que dieron origen a este conflicto se desactiven con la implementación de lo acordado", manifestó".
Y es que este proceso de paz ha llegado más lejos que cualquier otro celebrado con las FARC en el pasado, en un momento en que la guerrilla ha decidido apostar a la paz por encima de todo. Así lo expresó el miembro del Secretariado de las FARC, Pablo Catatumbo.