Seúl. Corea del Norte aseguró ayer que va a cortar la única línea de comunicación militar que mantenía con Corea del Sur y que gestiona el acceso al complejo industrial común de Kaesong, en medio de una escalada de tensión entre los dos países.

"A partir de ahora, se cortarán las comunicaciones militares entre el Norte y el Sur", aseguró la agencia estatal norcoreana KCNA, que cita a un oficial del Ejército del país.

Según el despacho de KCNA, esta alta autoridad militar explicó vía telefónica a su contraparte surcoreana que "en una situación en la que una guerra puede estallar en cualquier momento, no hay necesidad de mantener las comunicaciones militares" entre ambos países.

El oficial puntualizó que la línea permanecerá desconectada mientras Corea del Sur "continúe con sus anacrónicos actos hostiles", en una aparente referencia a los ejercicios militares Foal Eagle que Seúl y Washington realizan estos días en territorio surcoreano.

Por su parte, el Gobierno de Seúl no confirmado si la línea está realmente cortada o no, indicó una portavoz del Ministerio de Unificación, tras explicar que por esta vía sólo se lleva a cabo un contacto diario.

Cada día a esa hora Seúl notifica a Pyongyang el número de personas y vehículos surcoreanos que cruzarán la frontera para acceder al complejo industrial de Kaesong, proyecto conjunto en el que empresas del Sur fabrican productos en territorio norcoreano aprovechando el bajo costo de la mano de obra local.

Por tanto, de confirmarse hoy el corte de la línea militar, este podría afectar al funcionamiento del polígono industrial, único símbolo desde hace una década de la cooperación entre las Coreas.