Ciudad del Vaticano. El exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI, cumple ya la condena en una celda del Vaticano, a donde fue trasladado ayer. A las 15.00 hora local, Gabriele, de 46 años y que se encontraba en arresto domiciliario, fue llevado a una celda del cuartel de la Gendarmería Vaticana, cercana a su domicilio, la misma de cuatro metros por cuatro donde transcurrió parte de los casi dos meses que pasó encarcelado tras ser detenido el 23 de mayo.

Tras despedirse de su esposa y tres hijos, Paoletto, como es conocido, fue conducido por gendarmes vaticanos a la celda, cumpliendo órdenes del promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Nicola Picardi. La revocación del arresto domiciliario e ingreso en prisión se produjo después de que el Tribunal de Justicia del Vaticano hiciera firme la condena a año y medio de cárcel, una vez que Gabriele rechazó recurrir la sentencia ante el Tribunal de Apelación del pequeño Estado y tampoco lo hizo el fiscal de esta corte, Giovanni Giacobbe.

Fuentes vaticanas precisaron que, de esos 18 meses, hay que descontar los días que Gabriele estuvo ya encarcelado más el tiempo en arresto domiciliario, en total cinco meses. Así, Paoletto deberá permanecer encarcelado aún trece meses, a no ser que el Papa Benedicto XVI le conceda la gracia y le perdone antes. A este respecto, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, manifestó ayer que "queda aún abierta" la posibilidad de que el pontífice le perdone.

En un duro comunicado dado a conocer también ayer, la Secretaría de Estado del Vaticano, señaló que la concesión del perdón "es un acto soberano del Santo Padre" y que ello supone "el arrepentimiento del reo y la sincera petición del perdón al Sumo Pontífice y a todos los que han sido ofendidos de manera injusta".