El Cairo. Al menos 31 personas murieron ayer y decenas resultaron heridas en varias "explosiones terroristas" en Alepo, la segunda ciudad de Siria, dijeron fuentes oficiales, que destacaron que hubo grandes daños materiales.
La televisión oficial siria precisó que entre los fallecidos hay mujeres y menores, y que además se registraron 75 heridos. Tres estallidos tuvieron lugar a primera hora de la mañana en la céntrica plaza de Saad Alá al Yabri, cerca del Club de Oficiales, donde se registraron todas las víctimas, informó la cadena. Asimismo, hubo una cuarta explosión en el barrio de Bab Yenin, junto a la Cámara de Comercio, donde se desconoce si hubo muertos o heridos. Dos estallidos fueron causados por la detonación de coches bomba, uno de los cuales dejó un gran hoyo en la plaza, controlada por las fuerzas del régimen, donde una gasolinera y un hotel quedaron totalmente destrozados, según la televisión. La emisora mostró imágenes de los servicios de rescate llevándose a algunas de las víctimas y de los destrozos en la plaza de Saad Alá al Yabri, donde el suelo quedó cubierto de escombros y varios inmuebles resultaron afectados.
También enseñó imágenes de los cadáveres de dos hombres vestidos con uniformes militares que, según el corresponsal de la televisión, llevaban adosados a sus cuerpos cinturones de explosivos y que entraron en la plaza tras los primeros estallidos.
El presidente del Parlamento sirio, Mohamed Yihad al Laham, condenó poco después los atentados y dijo que "quienes los han perpetrado están lejos del islam", en un discurso transmitido por el canal.
Activistas de la oposición destacaron que las víctimas son miembros de las fuerzas del régimen y que la plaza Saad Alá al Yabri es una de las bases de operaciones de los efectivos gubernamentales, donde mantienen retenidos a rebeldes.
Más muertos en siria Las organizaciones opositoras quisieron desviar el foco de atención de los atentados de Alepo señalando que al menos quince soldados leales al régimen sirio perecieron ayer en combates con grupos rebeldes en la provincia septentrional de Idleb, donde los bombardeos sobre el pueblo de Sahen mataron a una veintena de civiles, informaron organizaciones opositoras. En un comunicado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que los militares fallecieron en una serie de enfrentamientos entablados en el pueblo de Bidama, en las proximidades de la localidad de Yisr al Shugur, uno de los feudos de la insurgencia.
Por su parte, los Comités de Coordinación Local (CCL) y la Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) indicaron que unas veinte personas, entre ellas once miembros de una misma familia, perdieron la vida en los bombardeos aéreos de las tropas gubernamentales sobre Sahen. Las víctimas de este pueblo procedían de la localidad de Qastun, en la vecina provincia de Hama, de donde habían huido a causa de la violencia. También en Idleb, el Observatorio señaló que hubo explosiones en el pueblo de Qiqun, en las afueras de Yisr al Shugur, donde un rebelde murió en choques con las tropas gubernamentales. En el resto del país, los bombardeos de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad se centraron ayer en Damasco y las localidades de su periferia, en Deraa y en Homs.
La oposición también denunció que en la población de Duma, en los alrededores de la capital, fueron hallados 16 cadáveres de personas que supuestamente habrían sido ejecutadas por las fuerzas gubernamentales. Estos grupos opositores elevaron el número total de víctimas en esta jornada a más de ochenta, sin incluir a la treintena de fallecidos en Alepo. Ninguno de estos sucesos han podido ser verificados de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades de Damasco a los periodistas para trabajar. El conflicto que vive Siria desde marzo de 2011 ha causado ya unos 25.000 muertos, mientras que 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han refugiado en los países vecinos, según Naciones Unidas.