Seúl. La esposa del líder norcoreano Kim Jong-un, Ri Sol-ju, habitual en los medios desde su reciente e inusual presentación en sociedad, ha ofrecido detalles que reflejan cambios estéticos en pleno corazón de Corea del Norte, la dictadura más hermética del mundo.
Desde que su nombre se hizo público el pasado 25 de julio, la figura elegante de "la camarada Ri Sol-ju" acompaña a la del joven líder, que, en apariencia, trata de aportar nuevos aires a la imagen de un régimen anclado en tiempos de la Guerra Fría y asfixiado económicamente por su ciega confianza en el comunismo más ortodoxo.
Kim Jong-un, que a sus 28 o 29 años ha asumido el control del país, "necesita una primera dama para establecer su nuevo modelo de liderazgo e introducir cambios más profundos en las bases del sistema", indicó a Efe el doctor Song Young-hoon, del Instituto de Estudios para la Paz y la Reunificación de la Universidad Nacional de Seúl.
Apertura paulatina El investigador Young-hoon mantiene que Kim Jong-un trata de impulsar una apertura paulatina del régimen y, para ello, dar protagonismo a Ri puede ayudarle tanto a "reducir las inevitables fricciones con la vieja guardia" -los sectores más conservadores- como a aportar una referencia que le brinde el apoyo de las mujeres del país.
En todo caso, los analistas creen que una eventual apertura de Corea del Norte sería un proceso lento que se hallaría en su punto de partida, una etapa caracterizada por cambios culturales y detalles estéticos que de momento no han afectado a la rígida estructura del sistema.
La mera aparición ante las cámaras de la nueva primera dama, a la que se vio por primera vez en diciembre en el funeral de Kim Jong-il, padre del actual líder, es un hecho inusitado en el país más opaco del planeta. Durante sus 17 años de mandato, Kim Jong-il nunca dio un ápice de protagonismo a las cuatro concubinas que se le atribuyen, entre ellas la bailarina Koh Young-hi, madre de Kim Jong-un.
En el caso de Ri Sol-ju, la joven ha aparecido con vestidos y zapatos al estilo occidental que contrastan con los atuendos militares y trajes tradicionales o hanbok que caracterizan a las escasas mujeres implicadas en las élites norcoreanas.
La primera dama también ostentó recientemente un bolso de un famoso diseñador de alta costura francés valorado en más de mil euros, según medios surcoreanos, que criticaron con dureza esta exhibición en un país donde la pobreza afecta a gran parte de la población.
Se cree que la joven ha sido cantante, ya que el portal YouTube ofrece varios vídeos en los que una intérprete norcoreana de igual nombre y aspecto similar entona melodías acompañada de una orquesta. El nacimiento de Ri se estima entre 1984 y 1989 y en su adolescencia participó en eventos organizados entre las dos Coreas en época de distensión, según los servicios de inteligencia y medios de Corea del Sur, donde se observa de cerca cualquier detalle con olor a cambio en torno al nuevo líder norcoreano.
Kim Jong-un, educado en Suiza y capaz de comunicarse en inglés y alemán, ha aportado a Corea del Norte referencias culturales occidentales, cuyo ejemplo más evidente fue un espectáculo ofrecido hace un mes para él y su séquito con personajes de Disney como Mickey Mouse o Winnie the Pooh.
Además de incorporar este símbolo de EE.UU. -tradicional enemigo de Corea del Norte-, en los últimos meses la televisión estatal ha ofrecido actuaciones de grupos juveniles con ropa ajustada y atrevidos peinados al estilo del K-Pop surcoreano, de fuerte influencia occidental, algo nunca visto anteriormente.
La cara más conservadora Sin embargo, mientras los avances culturales y estéticos se convierten en una seña de identidad de la recién iniciada era Kim Jong-un, en los ámbitos político y militar el líder ha mantenido su adhesión a la tradicional política Songun, consistente en dar prioridad a las poderosas Fuerzas Armadas del país.
También queda por ver si se transmitirán aires de apertura en el futuro al hoy aislado y obsoleto sistema económico norcoreano, caracterizado por el férreo control del Estado y la prohibición de cualquier tipo de actividad privada.
El padre de Kim Jong-un, Kim Jong-hi, falleció en 2011, con unos duelos muy sonados, y el poder fue transferido entonces a su joven hijo, especulándose si sería demasiado inexperto para afrontarlo.