bogotá. Las FARC, al igual que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el disuelto Ejército Popular de Liberación (EPL), optaron por buscar fondos para financiar su lucha armada con rescates pedidos a familias de centenares de ganaderos, agricultores, industriales y algunos extranjeros al servicio de multinacionales.

También buscaron proyección política en la retención de personas el disuelto Movimiento 19 de abril (M-19), nacido en los años setenta del siglo pasado y que secuestró a personalidades como el dirigente sindical José Raquel Mercado, que fue asesinado unas semanas después.

Otras víctimas cayeron en manos de la delincuencia común y de los paramilitares de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), disueltas entre 2003 y 2006 durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe.

Ese arma fue asimismo usada por las mafias del narcotráfico en los años ochenta, en concreto por el cartel de Medellín, liderado entonces por Pablo Escobar, que privó de libertad a, entre otros, el expresidente colombiano Andrés Pastrana en 1998, cuando era alcalde de Bogotá; y al exvicepresidente Francisco Santos en 1990, entonces periodista del diario El Tiempo.

Estos hechos y estas cifras volvieron a salir a la luz en vísperas de que las FARC pusieran en libertad en el transcurso de esta última operación, tal y como se habían comprometido, a los diez últimos uniformados que tenían en su poder.

Secuestrados 'canjeables' Entre 1997 y 2000, esta guerrilla se hizo con centenares de rehenes en combates, ataques a puestos policiales o bases militares en zonas remotas y en tomas de localidades enteras, como ocurrió en Mitú, capital del selvático departamento del Vaupés, que dejó 16 policías muertos y 61 secuestrados. Con una bolsa de más de 70 "canjeables", como se denominó a los secuestrados que las FARC intentaban intercambiar por guerrilleros presos, se inició un proceso de liberaciones paulatina de ese grupo en 2007.

Últimamente solamente quedaban en manos de la guerrilla diez canjeables, los últimos diez policías y militares que a partir de ahora volverán a recobrar a la libertad perdida a manos de la guerrilla de la FARC, todos secuestrados entre 1998 y 1999.