El Cairo. Los combates entre las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y los rebeldes desertores se acercaron en las últimas horas de ayer al aeropuerto de Damasco, un enclave estratégico que ha sido blindado por las fuerzas gubernamentales.

Los enfrentamientos se llevan desarrollando desde el domingo a cinco kilómetros del aeropuerto de la capital, donde las fuerzas armadas emplean ametralladoras, tanques y helicópteros para contrarrestar a los militares disidentes del Ejército Sirio Libre (ELS). El número dos del ELS, Malik Kurdi, explicó que sus hombres están equipados solo con armas ligeras y que el domingo tuvieron que hacer una retirada táctica por la gran presencia de tropas del régimen desplegadas en el aeropuerto, aunque los desertores esperan en las proximidades para reanudar los ataques.

Una activista dentro de Siria, que pidió el anonimato, remarcó que es la primera vez que se registran enfrentamientos entre ambos bandos en ese área, donde los disidentes tienen presencia en algunas zonas como Al Hotaita. "De hecho, hay varias localidades en la carretera que conduce a las instalaciones aeroportuarias que están siendo escenario de combates", aseguró la opositora.

Otras zonas Por otra parte, Kurdi agregó que también se produjeron ayer choques en el área de Al Guta, próxima a la capital; en la ciudad central de Homs y sus alrededores; en la provincia septentrional de Idleb y en Latakia, junto a la costa mediterránea. Asimismo, los opositores Comités de Coordinación Local apuntaron que la zona de Saqba, situada también cerca de la capital, está siendo bombardeada con artillería.

A simple vista parece no existir un predominio claro de ninguno de los dos bandos en las cercanías de Damasco, pero el ELS afirmó tener bajo su poder los barrios de Bab Amro y Bab al Sabea, en Homs, mientras que controlan una plaza principal de la ciudad de Idleb, capital de la provincia del mismo nombre. Los Comités también sostienen que la oposición ha ganado el control de varios distritos de Al Rastan, en Homs, donde por tercer día consecutivo el ELS y los leales al régimen se enfrentan.

Por otro lado, la agencia de noticias oficia siria, Sana, anunció que un grupo terrorista armado saboteó un gasoducto a la altura de la localidad de Tel Kalaj, cerca de la frontera con el Líbano. La agencia precisó que la tubería transportaba gas de la provincia central de Homs a la de Latakia, junto a la costa mediterránea. Asimismo, denunció que otro grupo armado abrió fuego contra un médico, que falleció cerca del campus de la Universidad de Homs. Por ello Damasco acusa a los grupos armados de estar detrás de las protestas.

Ante esta crisis, una delegación de la Liga Árabe, encabezada por su secretario general, Nabil al Arabi, partió el domingo a Nueva York para entrevistarse hoy con el Consejo de Seguridad de la ONU para conseguir apoyos a su propuesta para salir del conflicto. Arabi sugiere que Alsad traspase sus poderes al vicepresidente y se forme un Gobierno de unidad nacional antes de las elecciones y de la redacción de la nueva constitución, lo que ya ha sido rechazado por el régimen sirio.