El Cairo. Las reuniones consultivas del llamado diálogo nacional, convocado por el presidente sirio, Bachar al Assad, comenzaron ayer en Damasco, sin una agenda clara y con el boicot de algunos opositores destacados.
En el discurso inaugural, el vicepresidente sirio, Faruk al Chara, reconoció que "este diálogo no comienza en un ambiente cómodo, tanto en el interior (de Siria) como en el exterior" y subrayó que "el cambio de las leyes y las reformas normalmente no son fáciles", según la televisión oficial siria.
A la primera sesión, celebrada en la Universidad de Damasco y meramente consultiva, asistieron más de un centenar de representantes del régimen, políticos de distintas tendencias, intelectuales y opositores que efectuaron sus propuestas para una futura conferencia más global del diálogo nacional.
Aun así, fue boicoteada por personalidades opositoras dentro del país como Louay Husein y Haizam Maleh, según la cadena de televisión catarí Al Yazira, así como por detractores del régimen en el extranjero como Ammar al Qurabi, que se encuentra en El Cairo. Pese a conceder que el diálogo no iba a resultar fácil y que no está disponible siempre para todos, en la cita de Damasco Al Chara aseguró que no habrá marcha atrás en él. "Siria está en circunstancias que exigen valentía y razonamiento", afirmó Al Chara, quien apuntó que "las manifestaciones no autorizadas conducen a una violencia injustificada". Y rechazó "la idea del no al diálogo", lema de la jornada de protestas antigubernamentales del viernes pasado, ya que, a su juicio, esa no es la petición del pueblo.
Durante la reunión, que terminará hoy, los participantes hicieron propuestas para la agenda de la futura conferencia y se quejaron de que el programa elaborado por un comité gubernamental para el diálogo nacional carece de puntos importantes.
No faltaron críticas al régimen de Damasco, como la del opositor Mohamed Habash que aseguró que "el 20% de la crisis que vive Siria es por un complot, pero el 80% se debe a la tensión interna por las prácticas de un Estado de seguridad".
En paralelo a esta sesión se desarrollaron manifestaciones en Damasco y en la ciudad central de Homs para rechazar un diálogo que calificaron de "ilegítimo", informaron en Facebook los grupos opositores La revolución siria contra Bachar al Assad 2011 y Sham.