Dublín. El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó ayer durante su visita de un día a Irlanda que el proceso de paz en el país europeo podría ser "una lección para las regiones conflictivas en todo el mundo". Obama y su esposa Michelle llegaron ayer a Dublín, la primera parada de la gira europea que el mandatario llevará a cabo esta semana y que tendrá su punto álgido el jueves y viernes durante la cumbre del G8 que se celebrará en la localidad francesa de Deauville. Ante unas 40.000 personas, Obama pronunció por la noche un discurso en la capital irlandesa: "Los mejores días" de Irlanda aún están por venir, dijo Obama, que aseguró además que su país "siempre respaldará" al país europeo. Irlanda debe inspirarse en sus logros del pasado. "Nosotros, los estadounidenses y los irlandeses, somos gente que nunca deja de imaginar un futuro mejor", alentó el mandatario a la población. "Este pequeño país que inspira las cosas más grandes... sus mejores días aún están por venir... Si alguien les dice lo contrario, recuerden siempre este simple mantra: Is feidir linn ("Sí, podemos", su lema de campaña, en gaélico)", dijo Obama ante las masas que lo celebraban.

Una 'pinta' de Guinness El presidente estadounidense escogió la isla como primera etapa de su viaje para poder visitar el país natal de sus ancestros maternos, más precisamente la población irlandesa de Moneygall, de donde emigró uno de sus tataratatarabuelos en 1850. En Moneygall, la pareja fue recibida por unas 3.000 personas en las calles. Obama y Michelle saludaron, firmaron autógrafos y se reunieron con algunos familiares lejanos en un pub en el que probaron una pinta de Guinness. "Sabe tanto mejor aquí que en Estados Unidos", comentó el presidente. En el encuentro estuvo presente uno de sus primos lejanos, Henry Healy. Según el primer ministro irlandés, Enda Kenny, su encuentro con Obama giró sobre todo en torno a la situación económica y financiera de Irlanda, país fuertemente golpeado por la crisis. Compañías estadounidenses hacen un importante aporte para estabilizar la crisis irlandesa. Sus inversiones ascienden a los 146.000 millones de euros.

Según un estudio de la cámara de comercio alemano-irlandesa, las empresas como Facebook y Cisco invierten más en Irlanda que en economías emergentes como Brasil, Rusia, China e India.

Estados Unidos e Irlanda están "unidos por parentescos consanguíneos", dijo ayer Obama. "La amistad y la relación entre Estados Unidos e Irlanda no podrían ser más sólidos", agregó el presidente norteamericano, que destacó que no se trata de una cuestión ni estratégica ni de política exterior, sino de que "para millones de personas americano-irlandesas, (Irlanda) sigue siendo su patria". Obama también se reunió con la presidenta irlandesa, Mary McAleesi, con quien plantó un árbol. Con el discurso en Dublín, Obama cerró la visita al país. Tenía previsto pasar la noche en Irlanda y partir a primera hora rumbo a Londres, pero se vio obligado a cambiar de planes debido a la erupción del volcán islandés y partirá a bordo del Air Force One ayer rumbo a la capital británica.

Gran expectación Más de 40.000 personas llegadas de toda Irlanda se calcula que se dieron ayer cita en la céntrica calle de Dublín de College Green, frente a la universidad de Trinity College, para asistir al esperado discurso que dará el presidente estadounidense, Barack Obama, en su primera visita a este país.

Ni el fuerte viento ni la lluvia que azotaba a ráfagas la capital irlandesa impidieron que la ciudad se paralizara y se convirtiera en una urbe prácticamente peatonal por la que circularon miles de ciudadanos con el propósito de llegar al recinto preparado para el acto. Algunos llevaban apostados desde la noche del domingo en las vallas que dan acceso a la zona de entrada a College Green, situada a casi medio kilómetro del escenario, anticipándose así a las colas que se formaron mientras los servicios de seguridad examinaban a cada individuo que entraba en el área.

A pesar de las estrictas medidas de seguridad, las autoridades irlandesas querían que el evento en Dublín se convirtiera en una "celebración pública" de la visita del sexto presidente estadounidense a la isla, después de que en 1963 lo hiciera por primera vez otro inquilino de la Casa Blan

En este mismo lugar, en 1995, el expresidente Bill Clinton pronunció otro histórico discurso ante miles de irlandeses, un año después del primer alto el fuego del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), con el que reafirmaba su compromiso con la paz en Irlanda del Norte, proceso que culminaría tres años después con la firma del acuerdo del Viernes Santo. Según fuentes de la Policía, no se produjeron incidentes ni protestas significativas por la presencia de Obama en Irlanda, a diferencia de las que se organizaron las semana pasada con motivo de la visita de la reina Isabel II de Inglaterra. Un solitario manifestante portaba en la calle principal de O'Çonnell Street una pancarta con la que le decía al "Señor Obama" que el "Emperador no está desnudo", al tiempo que le recordaba que "sus guerras no tienen fin". La capital irlandesa fue la primera etapa de la visita de seis días de Obama a Europa, donde sus conversaciones con líderes europeos estarán centradas en la situación en Oriente Medio.