ARGEL. El portavoz de la opositora Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), Mohcen Belabes, dijo a Efe, por su parte, que los arrestados podrían llegar a un millar, mientras que militantes de la Liga Argelina de los Derechos Humanos (LADDH) los cifraron en más de doscientos.
Entre los detenidos hay varios dirigentes de la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), convocante de la protesta, así como sindicalistas y militantes de la LADDH y de otras organizaciones de la sociedad civil.
También han sido detenidos periodistas de algunos medios argelinos, como del diario árabe "El Khabar", agregaron los convocantes.
Unos 3.000 manifestantes siguen concentrados en las inmediaciones de la céntrica plaza del Primero de Mayo, donde un fuerte cordón policial ha impedido el desarrollo previsto de la marcha, según pudo constatar Efe.
La mayoría continúa en una calle adyacente al escenario de la protesta, donde les bloquean numerosos agentes policía, que trata de dispersarlos en grupos.
El presidente de la LADDH, Mustafá Buchachi, se ha dirigido a los manifestantes instándoles a abandonar la manifestación para evitar los enfrentamientos, pero la mayoría persiste en su intento de protestar de forma pacífica para pedir cambios en el régimen.
Con gritos de "Buteflika lárgate" o "Estamos hartos de este poder", los manifestantes, muchos de ellos jóvenes de toda condición social, portan pancartas con lemas como "abajo el sistema" o "queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos".
También se grita insistentemente el cántico de "poder asesino", especialmente cuando la policía ha hecho varios conatos de intervenir con la fuerza.
Son numerosos los agentes uniformados y vestidos de civil que se mezclan con el grupo de manifestantes.
Según declaró a Efe Buchachi, las fuerzas de seguridad "han cortado todos los accesos a la capital e impedido la llegada de manifestantes de otras regiones a la capital", mientras que el transporte público ha sido suspendido y que no circulan autobuses ni trenes.
Es "aberrante que el régimen argelino impida expresarse pacíficamente a los ciudadanos", aseguró Buchaci.
La concentración ha levantado una gran expectación en el país, especialmente tras la caída ayer del presidente egipcio Hosni Mubarak.
Cerca de 30.000 policías se han movilizado, muchos de ellos trasladados desde otras regiones del país en autobuses civiles, para controlar la situación en Argel.