Túnez. Túnez dio ayer un nuevo paso para desvincularse del exdictador. La Justicia cursó una orden de detención internacional contra Ben Ali, su mujer, Leila Trabelsi, y varios miembros de la familia de esta última por "adquisición ilegal de bienes muebles e inmuebles", además de por "transferencia ilícita de divisas al extranjero". El conocido como clan de los Trabelsi era detestado por la gran mayoría de los tunecinos, que le acusan de haber saqueado durante décadas las riquezas del país.
Mientras, en el terreno político, el presidente interino, que realiza negociaciones con las diferentes personalidades del país para formar un nuevo gobierno de transición, propone que salgan de los puestos clave del Ejecutivo los ministros de Ben Ali, aunque mantiene a Mohamed Ghanuchi como primer ministro. En su propuesta, prácticamente definitiva, el presidente elimina del Gobierno a todos los ministros de peso del depuesto presidente Ben Ali, como el de Interior, Ahmed Fría; el de Exteriores, Kamel Morjani; el de Defensa, Rida Grira; el de Finanzas, Rida Chalgum, o el de Justicia, Lazar Karui. Sin embargo, mantiene a Ghanuchi y a dos ministros de menor peso que pertenecían al partido del poder del antiguo régimen -la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD)-.
El cambio respecto al cuestionado Gobierno anterior es fundamental, aunque se desconoce todavía el efecto que puede provocar en las protestas populares, que desde hace días demandan la salida de todos los ministros de Ben Ali del Ejecutivo, incluido el jefe del Gabinete. Ghanuchi ocupó el cargo de primer ministro durante los últimos doce años con el anterior presidente, aunque no se vio mezclado en la corrupción que corroía al régimen y se le considera, en general, un buen gestor, más tecnócrata que político. Fuentes próximas a las negociaciones indicaron a Efe que la conformación del nuevo Gobierno está cerrada, pero que su anuncio no se efectuó ayer, como estaba previsto, debido a que el presidente desea contar con su aceptación formal por parte de la oposición, especialmente de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT).
La dirección del poderoso sindicato pidió al presidente que retrasase el anuncio del nuevo Gobierno hasta una reunión que celebrará hoy. La oposición tunecina no sería reticente a aceptar a Ghanuchi al frente de un Gobierno sin los principales ministros del antiguo régimen, aunque demanda que se cree un denominado Consejo Superior de Defensa de la Revolución, encargado de pilotar la transición hasta la convocatoria de elecciones libres. Ese comité de sabios, en torno a cuya composición las negociaciones continuaban ayer, se constituiría en una especie de autoridad moral que supervisaría el respeto de las conquistas democráticas y la limpieza del proceso electoral. Entretanto, las manifestaciones que demandan la salida del Ejecutivo de todos los ministros del antiguo régimen, incluido Ghanuchi, continuaron ayer por todo el país.