El enviado especial para la paz en Oriente Medio, George Mitchell, abandonó ayer Ramala y Jerusalén, tras una visita de dos días en la que se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abás, y el líder israelí, Benjamín Netanyahu, sin lograr ningún avance. Abás reiteró al mediador su negativa a regresar a la negociación con los israelíes mientras éstos prosigan su proyecto colonizador en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.