madrid. El Estado Mayor del Ejército Popular Liberación Saharaui (EPLS) aprobó ayer, aunque no detalló, un "plan de acción urgente" de respuesta a la "escalada marroquí" tras el desalojo del campamento de Gdeim Izik y la sangrienta represión posterior de las protestas en El Aaiún. Esta medida, que por el momento no se ha traducido en ninguna acción concreta, es una respuesta a las presiones de la población de los campamentos y de El Aaiún: "Hay una reacción exigiendo una respuesta dura, una respuesta clara", explicó el representante del Polisario en España, Bucharaya Beyun. Y es que el pasado sábado cientos de saharauis se manifestaron en los campamentos de Tinduf para exigir al Polisario una respuesta armada a la represión de las fuerzas de seguridad marroquíes, que supone, para importantes sectores saharauis, la ruptura del alto el fuego con Marruecos, en vigor desde 1991. Los manifestantes entregaron una carta al presidente Mohamed Abdelaziz en la que expresaban su lealtad a la "causa nacional" y aseguraban que están dispuestos a "tomar las armas y morir por su país".
Este anuncio se conoció un día antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU debata hoy la situación en el Sáhara Occidental tras adelantar la cita que había programado para el próximo 23 de noviembre con el objetivo de que el enviado de la ONU para el Sáhara, Christopher Ross, informara de la última ronda de negociaciones mantenidas entre Marruecos y el Frente Polisario en Nueva York. No está previsto que haya un posicionamiento del Consejo de Seguridad que sólo intentará recabar información sobre los acontecimientos de la última semana a través de la misión de la ONU en la zona (Minurso) encargada desde 1991 de vigilar el alto el fuego.
Congreso En cuanto a España, ni el Ejecutivo ni el Legislativo han condenado aún los hechos de El Aaiún. La titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, lo justificó diciendo que si "España pierde la interlocución con Rabat, seríamos inútiles". En cuanto al Legislativo, un intento de consensuar ayer un texto de condena a través del Intergrupo del Congreso para el Sáhara, no salió adelante por su falta de contundencia. El texto había sido promovido por el PSOE, pero no contó con la firma de las formaciones minoritarias, algunas por no haber recibido a tiempo el borrador y otras por considerarlo insuficiente. La postura de la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, resume bien los argumentos de las minorías: "NaBai no va a suscribir ningún texto que no condene de forma contundente la violencia que Marruecos está ejerciendo contra el pueblo saharaui. El texto del PSOE se limitaba a expresar la "solidaridad" con el pueblo saharaui y el "más profundo rechazo" a la violencia y la "más enérgica condena" por la pérdida de vidas humanas que se ha producido en El Aaiún.