VIENA. Unas polémicas declaraciones del embajador turco en Viena, que acusa a los austríacos de xenofobia y de fracasar en su política de integración de extranjeros han causado hoy una fuerte tensión diplomática entre Austria y Turquía.

En un entrevista con el diario "Die Presse", Kadri Ecved Tezcan, jefe de la misión turca en Viena, culpó a los austríacos "de no interesarse por otras culturas, aparte de cuando salen de vacaciones".

Asimismo, manifestó que si él fuera secretario general de la ONU o de otros organismos internacionales con sedes en Viena, abandonaría la capital austríaca por la reinante xenofobia.

"En esta ciudad, que se jacta de ser el centro cultural de Europa, casi un 30 por ciento vota por un partido de extrema derecha. Si yo fuera el secretario general de la ONU, de la OSCE o de la OPEP, no me quedaría aquí", dijo.

"Si no queréis a los extranjeros, entonces expulsadlos. Hay muchos países en el mundo en los que se da la bienvenida a los extranjeros. Debéis aprender a convivir con otras personas. ¿Qué problema tiene Austria?", agregó en la entrevista que ha causado una ola de protestas de amplios sectores políticos en Austria.

Tezcan fue citado hoy al ministerio de Exteriores en Viena, y el jefe de la diplomacia austríaca, Michael Spindelegger, habló por teléfono con su homólogo turco para expresar su protesta.

El embajador turco también criticó abiertamente a la canciller alemana, Angela Merkel, por sus recientes declaraciones sobre el supuesto fracaso del multiculturalismo en su país.

"¿Qué tipo de mentalidad es esa? No puedo creer lo que tengo que oír en el año 2010 en Europa, que supuestamente es el centro de la tolerancia y de los derechos humanos", aseveró el diplomático, de 61 años.

El diplomático turco también atacó al propio Spindelegger por no querer recibirlo.

"Cuando pedí reunirme con el ministro de Exteriores, se me dijo que el ministro no recibe a embajadores. ¿Lo puede creer? Soy embajador de 250.000 personas que viven en este país. ¿Sobre qué tipo de diálogo hablams?", dijo en relación a la gran minoría de turcos que vive en Austria.

En ese contexto, el diplomático también se preguntó por qué Austria ha nacionalizado en las últimas décadas a 110.000 turcos mientras que la política se lamenta de la falta de integración de los turcos en el país alpino.

La respuesta a estas declaraciones fue de rechazo e indignación, sobre todo de los partidos más conservadores.

Mientras que el gobernante Partido Popular (ÖVP) dijo que lo dicho por Tezcan es "inaceptable" e "indigno" de un embajador, el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ) exigió expulsar al diplomático y congelar las relaciones con el país eurasiático.

El canciller federal, el socialdemócrata Werner Faymann, afirmó estar "indignado" y acusó al diplomático de "no aportar nada a una mejor convivecia" entre los diferentes grupos étnicos en Austria.

Esta polémica se produce un día después de publicarse en Austria una encuesta, según la cual un 69 por ciento de los austríacos rechaza la adhesión de Turquía a la Unión Europea.

El Gobierno, compuesto por socialdemócratas y democristianos, también está en contra de una entrada de Turquía en la UE y pide una cooperación privilegiada, similar a lo que propone Alemania.