La Dirección General de Tráfico (DGT) está potenciando la utilización de los nuevos radares Veloláser, unos cinemómetros muy eficaces, de reducidas dimensiones y ubicados en lugares como los guardarraíles o junto a árboles que los hacen casi inapreciables para los conductores. Tráfico los considera muy eficaces para cazar a los conductores que exceden los límites de velocidad y evitar el efecto frenazo con el que muchos automovilistas intentan evitar salir en la foto pero ponen en riesgo su seguridad y la de quienes vienen detrás.

Estos miniradares son de los más sensibles a la hora de medir la velocidad pero sobre todo son es los más ligeros, compactos, manejables y versátiles por su medio metro de altura y de kilos de peso.

La DGT dispone de 60 que va instalando en diferentes puntos de la geografía y ya han sido detectados en unos 200 lugares de España, aunque los Veloláser también pueden fijarse a los vehículos de la DGT con un sistema imanes o ventosas.

Estos radares han sido ya definidos popularmente como ametralladoras de multas porque son capaces de realizar hasta tres mediciones de velocidad por segundo y con un arco de velocidad entre los 30 y los 250 kilómetros por hora. Tiene capacidad para controlar a los vehículos que circulan en los dos sentidos a una distancia de hasta 50 metros y con una precisión de más menos dos kilómetros por hora.

Su pequeño tamaño, también los denominan radares invisibles, los hace ideales tanto para fijarlos a un coche o para usarlos sobre un trípode. Pues bien, aquí está precisamente su punto débil y que ya fue motivo de anulación de numerosas denuncias cuando se comenzaron a usar. Tanto el trípode de sujeción como la ventosa o el mecanismo de imanes deben estar correctamente homologados por el organismo técnico pertinente.

Por ello si recibes una denuncia por exceso de velocidad debes cerciorar que además de la doble foto incluye el certificado de homologación del trípode y del mismo velocímetro. En caso contrario puedes cursar un recurso ante la DGT con posiblidades de ganarlo.

Localización

Estos radares funcionan sin cables, así que pueden estar camuflados casen cualquier lugar e incluso ser operados de forma remota por un helicóptero o un dron además de situarse en un trípode o en un coche patrulla.

Su funcionamiento es tanto diurno como nocturno y cuentan con una batería que alcanza las ocho horas y envía las imágenes en tiempo real a los servidores de la Policía Nacional para identificar al coche infractor y proceder al correspondiente envío de la multa al conductor. También son capaces de distinguir entre los vehículos ligeros y pesados y calcular la distancia de seguridad.

Los usuarios de SocialDrive han creado un mapa para Google Maps con la localización exacta de estos radares invisibles, pero debes tener en cuanta que estos velocímetros son móviles, por lo que su ubicación puede cambiar. De hecho no están siempre en el mismo lugar. Para ver las ubicaciones de este velocímetro tienes que abrir la aplicación My Maps, que ofrece Google, y se añadirán a tu mapa de España en Google Maps. El mapa muestra la ubicación exacta, instrucciones sobre la localización y hasta fotografías del radar.