La propuesta del 2008 recibe una cálida acogida por parte del mercado. La combinación de una imagen simpática, no exenta de cierta sofisticación, con los niveles de calidad de los últimos Peugeot y con una tarifa comedida explica ese éxito en época de vacas flacas. Esta recreación del proyecto 208 depara un automóvil polivalente de planta familiar, querencia urbana y atuendo aventurero que sigue la corriente crossover que inunda el sector. Es un coche para todos los públicos y todas las circunstancias. La marca del león lo propone con cuatro mecánicas (gasolina y HDi de 82 a 120 CV) y tres acabados, desplegando un abanico oficial de precios de 14.900 a 21.200 euros; los descuentos y el plan PIVE pueden rebajar el listón económico hasta 12.690 euros.
Los modelos de inspiración SUV (Sport Utility Vehicle) están de moda. Este nicho del mercado hasta ahora poco concurrido se ha visto invadido de pronto por un batallón de productos de proporciones escuetas y naturaleza mestiza. Todos compiten por el mismo cliente, aunque cada fabricante elige un rumbo distinto para cautivarlo. Unos apuestan por enfoques afines al concepto del todoterreno, bien sea con aire juvenil (Juke), urbano (Captur) o clásico (Mokka/Trax); otros tienden a la sofisticación (Countryman) o van por libre (Yeti). Peugeot ha optado por mantenerse en el borde de la carretera, justo a las puertas del campo, confeccionando un sugestivo sucedáneo del ya descartado 208 SW.
El 2008 constituye, por tanto, una reinterpretación corpulenta y capaz de la fórmula que da origen al compacto. Amplía en 19 centímetros su longitud (alcanza 4,16 metros) y en diez la altura. Repite la distancia entre ejes, por lo que la nítida impresión de mayor holgura obedece más bien al alejamiento del parabrisas trasero. La prolongación del voladizo posterior propicia que aumente el hueco de carga (360 litros) hasta adecuarse a las necesidades de una familia. El 2008 adquiere identidad propia al adoptar parrilla, luces diurnas LED, capó y aletas diferenciadas. Se reconoce también por una altura libre algo mayor, ya que su plataforma se eleva 16,5 centímetros del suelo (2,5 más que en el 208) para facilitar una hipotética circulación por vías irregulares.
Peugeot lo pone en marcha con cuatro mecánicas del reparto actual. Son dos unidades VTI de gasolina, una de tres cilindros con 82 caballos y otra de cuatro con 120, y dos e-HDi 1.6, una con 92 y otra de 115 caballos. El gasóleo más solvente conecta con transmisión manual de seis marchas en vez de cinco, mientras que el menor puede optar a caja pilotada (homologa con ella un consumo ideal de 3,8 litros). El año que viene el 2008 será el pionero en incorporar motores gasolina turboalimentados de tres cilindros con 110 y 130 CV.
El crossover ciudadano asume tres acabados. El menos completo descarta de sus dotaciones de serie el aire acondicionado y el equipo de sonido (son opciones) para rebajar precio de salida a esos 14.900 euros oficiales y 12.690 ideales. Por ese importe sí ofrece control de estabilidad, ABS, seis airbags, elevalunas delanteros eléctricos, regulador-limitador de velocidad, indicador de marcha idónea, barras de techo cromadas, ordenador, etc. Las otras interpretaciones se sofistican incorporando paulatinamente recursos: aire acondicionado o climatizador doble, stop&start, pantalla táctil, volante multifunción, ayuda al arranque en pendiente, llantas de aluminio de 17", sistema antideslizamiento Grip Control, etc. El menú de opciones propone complementos como un sistema de estacionamiento autónomo y la conexión a internet con prácticas aplicaciones. Un Peugeot 2008 con mecánica diésel de 92 CV y acabado medio Active se puede conseguir gracias a las bonificaciones por unos 14.000 euros.