eL C3 nunca ha desempeñado un papel estelar en el reparto de Citroën, pero siempre ha figurado en el mismo como un sólido actor de reparto. Ahora, la marca de los galones saca brillo a este modelo medio aplicándole un tratamiento cosmético. Más resultón que nunca, el compacto francés se beneficia también de la incorporación a su prolijo repertorio motriz de tres eficientes motorizaciones. Recibe dos ejecuciones gasolina tricilíndricas, una de 68 caballos y otra con 82, además de un gasóleo e-HDi de 90, que se acercan a los cien gramos de CO2. La tarifa del C3 discurre, sin contar el PIVE2, entre 11.500 y 18.450 euros.
El modelo conserva su imagen peculiar, más aún cuando monta el parabrisas panorámico Zenith, generoso escaparate que pronuncia su entrada por la frente ocupando parte del techo. Citroën realza ese rostro adornándolo ahora con una parrilla con emblema más notorio y LEDs de iluminación diurna. Visto de espaldas, el C3 muestra también nuevos grupos ópticos. El conjunto se remata con toques cromados, distinto diseño de llantas y mayor paleta de colores. Al acceder a bordo, los buenos conocedores del coche detectarán la presencia de leves pinceladas ornamentales como el salpicadero disponible en varios tonos, el cuadro de instrumentos con retroiluminación blanca y, en general, materiales plásticos y textiles de superior calidad.
Citroën viste al C3 con cinco puestas en escena consecutivas. Las más sencilla, asignada a las motorizaciones sosegadas, lleva ABS con asistencia para frenado urgencia y repartidor electrónico, cuatro airbags, elevalunas delanteros y retrovisores eléctricos, cierre con mando a distancia, ordenador de viaje, volante regulable en altura y profundidad, etc. Las definiciones sucesivas van enriqueciendo sus contenidos a medida que aumenta el desembolso. Así, los acabados superiores disfrutan de dotaciones propias de las berlinas de clase superior y ofertan complementos como cámara de visión trasera, sistema de navegación MyWay y equipo de alta fidelidad.