Como es de costumbre, hacer la colada es una tarea muy rutinaria y hasta tediosa. No obstante, muchas personas desconocen cuál es la frecuencia ideal de lavado para cada tipo de prenda. Y es que, a diferencia de lo que a menudo se piensa, lavar la ropa muy seguido puede desgastar los tejidos y acortar su vida útil, además de gastar energía.
Asimismo, una limpieza insuficiente favorece la aparición de gérmenes, así como de olores y manchas. Por lo tanto, ¿cuál es la solución a este problema? ¿Cada cuántas puestas deben lavarse? ¿Qué consecuencias hay? Vamos a responder a estas preguntas.
La frecuencia ideal por cada tipo de prenda
Así las cosas, vamos a repasar paso a paso cuál es la frecuencia recomendada por cada tipo de prenda, de modo que podamos mantenerla en el mejor estado posible y mantenerla limpia y en buen estado todo momento.
La ropa nueva
Antes de usar cualquier prenda nueva, debe lavarse para acabar con los residuos químicos y la suciedad que lleva durante el proceso previo a la compra. Si se trata de niños y bebés, es fundamental hacerlo, pues son más proclives a sufrir irritaciones de piel y alergias.
Ropa interior
Las prendas íntimas, es decir, calcetines, ropa interior, medias, etc. se lavan tras cada uso, y siempre a una temperatura elevada para exterminar bacterias y hongos. Si se trata de lencería, es preferible aplicar desinfectante y detergente para evitar el desgaste.
Vaqueros
En este caso, no hay un consenso muy claro. Algunos fabricantes aconsejan lavados frecuentes para mantener la textura y el color mientras que otros sugieren que se haga después de varias puestas. Lo mejor es hacerlo cada cuatro o cinco usos y airearlos correctamente.
Camisetas y tops
En lo que a estos dos tipos de prendas respecta, se aconseja hacerlo tras cada puesta, ya que el contacto directo con brazos y axilas favorece la acumulación del mal olor y el sudor.
Pantalones y faldas
Como estas prendas no entran en contacto directo con el cuerpo, pueden usarse varias veces sin necesidad de lavarlas. No obstante, si se ensucian o están expuestas a mucho calor, se deben limpiar con mayor frecuencia.
Vestidos
Al ser más ajustados al cuerpo, los vestidos necesitan más lavados, dependiendo del tejido y el sudor. Aun así, es mejor hacerlo de cada uno a tres usos.
Prendas blancas
Como bien es sabido, el color blanco es una víctima de las manchas y la suciedad. Por ese motivo, lo mejor es echarlas a lavar tras cada uso para asegurar su buena apariencia.
Jerséis
Los jerséis dependen de su tejido: los gruesos tras cuatro o cinco usos, pero otros de textura más fina requieren cuidados muy delicados. En cualquier caso, se aconseja no aplicar suavizante, dejarlos secando en un lugar apartado y no usarlos muy seguido.
Chaquetas y otros
Al no estar en contacto directamente con la piel, las chaquetas se pueden lavar cada cinco veces o incluso más. En cuanto a los forros polares, en cambio, lo mejor es hacerlo cada seis o siete puestas.
Abrigos, parcas y chaquetas de cuero
Estas prendas demandan una limpieza menos frecuente, siendo el principio o final de temporada el mejor momento para ello.
¿Por qué cuidar la ropa?
Al usarla a diario, el buen cuidado de la ropa es importante para mantener su calidad y alargar su buen estado. Si tomamos las indicaciones correctas, nos ahorramos un desgaste inmediato, el deterioro del tejido y la perdida de color. De este modo, también evitamos gastar más dinero en sustitutos.
Por otro lado, el cuidado correcto de la ropa supone un compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, al no realizar un consumo excesivo de materiales y reduciendo la contaminación.
Del mismo modo, la correcta higiene de nuestro armario es clave para que las bacterias y la suciedad no se acumulen, incidiendo en la salud personal.