La secuencia no tardó en viralizarse. El tenista polaco Kamil Majchrzak firmaba autógrafos entre el público del US Open tras su duelo contra el ruso Khachanov. En un momento dado, Majchrzak se quita su gorra para regalársela a un chaval. Ojos como platos y la boca abierta por la sorpresa en la cara del joven zagal, que ya casi toca con la punta de los dedos la prenda de su ídolo cuando, en un visto y no visto, se la arrebata un hombre adulto que estaba a su lado. Sin inmutarse ante la reclamación del niño, el insensible villano la guarda satisfecho en un bolso que portaba su compañera antes de que el tenista pudiera percatarse del robo. El protagonista de esta triste historia responde al nombre de Piotr Szczerek, es polaco y es director ejecutivo de la empresa de pavimentación Drogbruk. El eco provocado por la difusión en internet del video de su vergonzosa hazaña llevó al tenista a buscar al menor para obsequiarle con otra gorra y generó el rechazo de miles de internautas, que no dudaron en cargar contra el insensible ladrón. Una repercusión que ha llegado a afectar a los intereses de su compañía y ha obligado a Szczerek a pedir disculpas en un comunicado. Acostumbrado a una vida de lujo y con una cuenta corriente más que saneada, el empresario ha quedado retratado a nivel mundial como un miserable por pasarse de listo.
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