Tenemos a uno de los viejillos de nuestro amado templo del cortado mañanero con una preocupación de aupa el Erandio. Resulta que el otro día su nieta mayor, que debe rondar la docena de años, amenazó con plantarse en su casa para vivir con el aitite porque está hasta más arriba de los ovarios de sus progenitores. Al parecer la criatura no puede más con el ánimo de sus mayores de celebrarlo todo y de ser supercolegas de sus vástagos. Según el relato, en el hogar de origen se ha reservado ya una habitación por completo para ir almacenando turrones, nuevas bolas para el árbol y una reciente adquisición de Olentzeros trepadores con luz parpadeante. Además, le han comprado, sin ella querer, un vestido de momia supuestamente egipcia para que se lo pase pipa en Halloween. Asimismo, el paterfamilias ha comenzado a mandar a las amigas de la hija tarjetas de invitación por el móvil para el cumple de la susodicha, que resulta que no es hasta febrero. Y esto es solo el principio. La niña está que no puede más con tanta felicidad impuesta, así que le ha pedido a su abuelo asilo silver, ofreciéndose a recopilar los pocos ahorros que tiene para invitarle al abuelo a los vinos que sea en el bar. Y la cuestión es que a él esto último le está tentando...
