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Mesa de Redacción

Txus Díez

A votar otra vez

El domingo que viene tenemos que ir a votar, otra vez, y aunque vamos a elegir quién va a diseñar las políticas agraria, industrial, energética o migratoria del futuro mas incierto de los últimos tiempos, parece que nos da igual, copado como está el debate público por querellas huecas en un territorio que ha pasado de ser una unidad de destino en lo universal a, casi, casi, una nación sin Estado, una enorme comunidad autónoma financiada desde Bruselas que a duras penas mantiene sus competencias en materia de defensa, política exterior y economía. Lo cual, por cierto, no tiene por qué ser necesariamente malo, todo depende de quién vaya al volante por allí arriba, y de eso es de lo que va la cita electoral a la que mucha gente no va acudir, no por desafección, no por hastío, no por rebeldía, sino porque ni siquiera se va acordar de que hace un par de semanas le llegó a casa la notificación censal, y mucho menos si resulta que el domingo sale el sol después del mes de mayo más gris de los últimos años. Y todo esto en un contexto prebélico que recuerda peligrosamente al de los inicios del siglo XX, cuando se envió a millones de jóvenes a morir en trincheras embarradas para tratar de mantener con vida a imperios a los que la Historia, que al igual que el tiempo nunca se detiene, iba a enterrar de todos modos.