La Copa ha sido la gran protagonista en el fin de semana deportivo gasteiztarra y la alegría ha ido por barrios. La del Deportivo Alavés, eliminando al Betis con una exhibición de nuevo corta en su resultado por la escasez de gol de este equipo, quedó ligeramente eclipsada por una fiesta que no fue completa por la ausencia de muchos aficionados, sobre todo pertenecientes a Iraultza 1921, que se quedaron en casa como protesta por la decisión del club de hacer pasar por taquilla a los abonados para este partido. En este sentido, tan defendible me parece la directiva en su decisión de hacer caja como la de aquellos que deciden no pasar por ese aro. Eso sí, lo que no me parece de recibo es regalar entradas cuando al socio fiel le estás haciendo pagar; ni tampoco que muchos aficionados que por su propio deseo hubiesen ido al partido no lo hiciesen por el efecto coercitivo del peso del grupo y por no sentirse señalados. En todo caso, hay más Copa por delante y otra ronda para seguir soñando. El que no tendrá Copa es el Baskonia, lo que se ha convertido ya en una insana costumbre de los últimos años. El otrora torneo predilecto del club se tendrá que ver de nuevo por televisión, lo que no se puede considerar, ni de lejos, un accidente puntual.