No se ponen de acuerdo. El Comando Ladrillo de nuestro amado templo del cortado mañanero tiene dudas. Desde la inauguración del BEI no ha hecho una de las suyas y ahora sus integrantes titubean. No saben si reunir a todas las huestes de viejillos afines y atacar en varios frentes o ir uno a uno. La idea inicial, cuando alguien pensó que las obras de Aldabe y Portal del Rey iban a terminar en tiempo y forma, era centrar la atención en ambos puntos para hacer la correspondiente visita guiada y poner a parir esto y lo otro. Pero como los plazos ya se han ido de madre, se les ha juntado la tarea con el inicio de los trabajos en Los Herrán, que era una fecha que los abuelos tenían marcada en rojo para ir a descojonarse de todos los conductores de la zona. Claro, ahora no saben dónde ir a cortar la cinta primero y eso les tiene tan perturbados que el otro día uno de los aitites pidió un manzanilla, el becario le puso infusión en vez de vino, y el viejillo ni protestó. Hasta pagó. Además, nuestro querido escanciador de café y otras sustancias ha abierto una brecha peligrosa. Está motivando a una de las facciones del comando para que vayan a tocar las narices a las calles y plazas que llevan eones sin ser reformadas, iniciando así una especie de ataque preventivo que pille a los del Ayunta con la guardia baja.