Hay que reconocer que en nuestro amado templo del cortado mañanero, el amigo Mariano tuvo en sus tiempos de jefe de la cosa un verdadero club de fans entre estas paredes. A día de hoy, lo de ¡viva el vino! y aquella mítica de un vaso es un vaso y un plato es un plato siguen estando a la orden del día cada vez que los viejillos se enzarzan en alguna que otra discusión. Hubo un año en que se le intentó mandar una carta para invitarle a la manifa del 3 de Marzo por aquello de mantener el cachondeo por todo lo alto, aunque nuestro querido escanciador de café y otras sustancias impidió que el tema fuera a mayores. Menos mal. Pero ahora que se acerca otro aniversario, a los venerables les ha venido Dios a ver con el nuevo vástago gallego de aquellos que en el 76 estaban a lo suyo. Los abueletes no se quieren emocionar, eso sí. Estar a la altura del expresi no es tarea fácil. Pero lo cierto es que llevamos más de una semana de lo más entretenidos en el local decidiendo quién es la gente de bien y quiénes somos todos los demás. Porque, eso sí, como dijo el otro día uno de los más ancianos del lugar, aquí no hay más que seres de la peor especie. Así que como agentes del averno que somos, estamos ya esperando la próxima marianada del nuevo. Mientras tanto, mañana toca manifa porque la gente de mal no olvida.