Tengo el honor de ocupar este espacio en el último día del año. El primer impulso me invita a hacer un repaso a los hitos informativos del 2022 al que estamos a punto de dar carpetazo. Salimos de una pandemia mundial y entramos en una guerra en el corazón de Europa. No sé ustedes pero comienzo a estar un poco hasta la coronilla de tanto acontecimiento histórico. Descartado el repaso a la hemeroteca me asaltan los propósitos y planes para el nuevo año y me viene a la cabeza el aitona Miguel. Cuando le comentaba ideas o planes que tenía para el futuro solía hacer un comentario que, con el tiempo y visto lo visto, entiendo como perfectamente razonable. “Para entonces igual nos han invadido los marcianos”, sentenciaba. Lejos de tomármelo como un desprecio a mis castillos en el aire lo asumía como una invitación a disfrutar del momento presente. Y eso es precisamente a lo que les animo un día como hoy. Valoren lo que tienen, sobre todo si eso incluye salud, cuiden a quienes tienen a su lado y sobre todo quiéranse mucho. Brinden, besen, rían, abracen, coman, bailen, amen, canten… En definitiva, festejemos esta vida antes de que llegue otro virus, nos caiga una misil o asomen los primeros platillos volantes.