Diario de Noticias de Álava
Óscar San Martín

Mesa de Redacción

Oscar San Martín

Novak, te quemaste

Novak, te quemaste

Novak, te quemaste

Djokovic le ha salido finalmente el tiro por la culata y no podrá tomar parte en el Open de Australia tras ser deportado. Ha jugado con fuego y a la postre se ha quemado con merecimiento. Ni él ni nadie debería estar por encima de las estrictas normas que impone un país para acceder a él si no se ha vacunado. Basta ya de gente con privilegios en esta vida que aprovechándose de su condición de máxima estrella se siente el amo del cortijo y hace lo que le plazca. El tenista serbio ha recibido un durísimo escarmiento por parte de las autoridades australianas. Tiene derecho a no vacunarse, pero debía apechugar con las consecuencias. Sin embargo, qué se puede esperar de alguien que dentro de la pista ha exhibido sus malos modales en infinidad de ocasiones y fue descalificado en un Grand Slam tras aquel célebre pelotazo a un recogepelotas. Su carrera como tenista es inmaculada con los mismos grandes que Federer y Nadal (20). Sin embargo, jamás podrá igualar al suizo y al balear en cuanto a carisma, clase y saber estar. Resulta penoso que, por ejemplo, no haya aprovechado la plataforma que le concede su posición para causas mejores. Este culebrón de mentiras e irregularidades en su documentación dañará su reputación. Otro mito que se cae. Ya van muchos en los últimos años por desgracia.