Contábamos ayer que Pedro Sánchez logró salvar el pleno de control del Congreso del miércoles. El previsto titular sobre las actividades de su esposa se logró cambiar en uno de los birlibirloques habituales por el lucido titular sobre el anuncio del reconocimiento de Palestina como estado la próxima semana.
Pasado el efecto de la pirotecnia con indisimulable aroma electoralista, la realidad volvió a colocar ayer al inquilino de Moncloa ante el espejo de sus apoyos reales. Que es verdad que va sacando casi todo adelante gracias a unos aliados que hacen de la necesidad virtud y que, sobre todo, saben que la alternativa al cada vez más ególatra presidente del gobierno es el contubernio del ultramonte. Pero hay veces en que toca soltar un puñetazo encima de la mesa.
Ya ocurrió el martes, cuando la pomposa (más ruido que nueces) ley para abolir la prostitución fue tumbada con estrépito, no solo por el PP, sino por la inmensa mayoría de los socios, empezando por el principal, Sumar.
En manos del PP
Para evitar que se repitiera el sofoco de quedarse prácticamente solo, el PSOE se apresuró ayer a retirar su proyecto de Ley del Suelo, que debía ser sometida a trámite en la Cámara Baja.
Como motivo de humillación añadida, la retirada no obedeció al miedo a la negativa de las fuerzas que habitualmente apoyan al Ejecutivo. Lo que hizo mandar al cajón la norma fue la seguridad de que el PP se pronunciaría en contra. A eso hemos llegado: ahora resulta que para ciertas cuestiones de mucho calado, Sánchez está en manos de su archienemigo Núñez Feijóo, que no va a dudar en exprimir el limón regalado. Lo hará incluso a costa de dejar de apoyar leyes cuyo contenido no descuadra en absoluto con los postulados del PP.
De entre todos los avisos a navegantes escuchados en las últimas horas, como tantas veces, merece la pena prestar atención al que dejó a varias bandas el portavoz del PNV en el Congreso.
Más allá de subrayar el contexto electoral en el que se ha producido la retirada de la ley, Aitor Esteban señaló la incoherencia, entre otros de Sumar, que después de haber aprobado el texto en el Consejo de ministros, se descuelga ahora. Remedando a Rosendo Mercado, veo, veo postureo. l