Vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP (nada menos): Desde el cariño personal que sabe que le profeso, estoy debatiéndome entre ovacionarlo por su sinceridad o darle un capón por no tomarse lo suficientemente en serio su trabajo, que aunque sea a sueldo de unas siglas concretas, no deja de tener carácter público. Me refiero a su salida cuando en TVE le preguntaron por las polémicas decisiones del Gobierno andaluz sobre Doñana. Llevando el tiempo que lleva en esto, debía saber que le pedirían su opinión. Y no se le ocurrió otra cosa que decir que no es un experto en el asunto y añadió: “Tengo que ser honesto. Ayer, después del partido del Real Madrid, me puse a leer la proposición de ley en diagonal”. Un poco de rostro, ¿no?