- Ha sido como el milagro de la multiplicación de los panes y los peces pero al revés. Como pueden atestiguar las decenas de personas que empezaron a investigar -en Nafarroa, por cierto- la trapisonda de las inmatriculaciones por el morro de la Iglesia, ya era precio de amigo el informe de Moncloa que reducía a 35.000 las propiedades afanadas en todo el Estado. Las asociaciones por la recuperación, que llevan años pateándose los registros y removiendo papeles, estiman que son por lo menos 100.000. Así que imaginen el escándalo que supone que el Gobierno español se vaya a conformar con la devolución de 965. Y todavía, con la Conferencia Episcopal levantando el mentón y dejando caer que incluso esos bienes son suyos pues los obtuvieron por decisiones judiciales. La prensa conservadora española acogió la noticia con recochineo. “2.500 errores de Moncloa en las inmatriculaciones”, titulaba La Razón. “Pedro Sánchez asume que el 97% de las propiedades reclamadas a la Conferencia Episcopal estaban bien registradas”, remataba ABC. Eso sí, luego aplaudían la buena disposición del Gobierno para aceptar que la Iglesia tenía razón.

- Curiosamente, esos mismos medios y otros de la misma cuerda también se deshacen estos días en elogios ante la firmeza de la parte socialista del Ejecutivo en la crisis de Ucrania. La derecha mediática ha acogido con manifiesta satisfacción que Sánchez haya llegado más lejos que, por ejemplo, Italia y Alemania en el apoyo a la misión supuestamente disuasoria de la OTAN aportando efectivos casi antes de que se lo pidieran. Tampoco nos engañemos. Uno de los grandes motivos de regocijo de la diestra es el nuevo boquete que esta postura atlantista ha abierto en la coalición de Gobierno. Las bofetadas de la ministra Margarita Robles al locuaz exvicepresidente Pablo Iglesias (“Tiene mucho tiempo libre y poca responsabilidad”) han sido celebradas con serpentinas y matasuegras. Lo cierto es que va ser de lo más interesante ver qué hace Unidas Podemos cuando la cuestión se sustancie primero en el Consejo de Ministros y luego en el Congreso.

- Claro que también Unidas Podemos deberá retratarse ante la convalidación del acuerdo sobre los retoques a la reforma laboral. Perdida la esperanza en el apoyo del PNV, y menos, de EH Bildu y ERC, los números solo pueden salir por la derecha. El terminal partido que atiende por Ciudadanos parece que se apunta. También se dejan querer UPN y Foro Asturias. ¿Qué reforma es una que cuenta con esos apoyos? La de Rajoy