Nada. No hay manera. Las referencias a ETA siguen alimentando más de la mitad de las portadas y las páginas de opinión de las cabeceras de orden.

Y como queda muy poco nuevo que decir, los potitos ideológicos se repiten en bucle o dan lugar a un periodismo creativo en que los titulares se parecen a la realidad como un huevo a una castaña. Lo de La Razón es para nota. Atentos a la apertura: “El PSOE medió con Bildu para frenar la sangría por las listas etarras”. En la información, ni media prueba… y bastante poco conocimiento de la realidad política de Euskal Herria. Así, un subtítulo sostiene lo siguiente: “La rectificación atiende al cálculo de votos de las candidaturas. Bilbao y Navarra en la diana abertzale”. ¿Bilbao? En la capital vizcaína, el PNV tiene casi amarrada la mayoría absoluta. Es en Gasteiz y en el territorio histórico de Gipuzkoa donde la batalla es más ajustada entre jeltzales y EH Bildu. Y la alusión a Navarra no vale ni como comodín.

"¿Alguien puede imaginar a exterroristas de Al Qaeda como candidatos en Nueva York?"

Jorge F. Díaz (La Razón)

Son varios los columneros del diario de Marhuenda los que siguen chapuceando en la piscina de las listas. Solo al azar, escogemos al kitcheniano Jorge Fernández Díaz, que se marca uno de sus tirabuzones habituales: “Ciertamente a Sánchez se le ha aparecido en su campaña electoral un cisne encapuchado de negro, que veremos cómo incide en sus resultados. La izquierda abertzale sin arrepentimiento alguno por su pasado mandando en España. ¿Alguien puede imaginar a exterroristas de Al Qaeda como candidatos en Nueva York? Aquí, gracias a Sánchez, sí. Dice que «ETA ya no existe». No como Franco, que se le ha visto paseando por Madrid”.

En ABC, otra de ignorancia atrevida, malintencionada… o las dos cosas. El editorialista saca la bola de cristal y nos presenta en exclusiva el inminente matrimonio del PSOE con EH Bildu que llevará a los soberanistas a gobernar media Euskal Herria: “Hasta la fecha fue Bildu quien apoyó el PSOE pero, después de las próximas elecciones, ciudades como Vitoria o Pamplona, o diputaciones como la de Guipúzcoa y un centenar de municipios podrían acabar en manos de la izquierda abertzale si se cumple la máxima que elevó a Pedro Sánchez a la Secretaría General de su partido y que señala que es mejor coaligarse con cualquier izquierda, sin importar su condición extrema, antes que establecer pacto alguno con la más moderada de las opciones de signo contrario”.

Como refuerzo de esa idea (que, por cierto, funciona como espantajo desde hace varios años), Ignacio Camacho añade: “Al abrazarse a ellos e integrarlos en su hermandad 'progresista', el presidente ha cruzado una línea de la que no es posible regresar con la conciencia limpia, y ha arrastrado al PSOE, de manera acaso definitiva, fuera del territorio constitucionalista. Ésa es una decisión ética que interpela a los partidarios –si es que quedan– de una izquierda idealista, honorable, digna, y los sitúa en la disyuntiva de compartir o no el voto de Txapote, Otegi y demás siniestra compañía”.

"El gobierno que usted preside desmiente la derrota de ETA al pactar con la banda asesina y blanquear a sus miembros"

Pablo Planas (Libertad Digital)

Más de lo mismo en Libertad Digital, con Pablo Planas firmando una faena de aliño: “Que no le da vergüenza está claro. Que no le de asco es más difícil de comprender. Los gobiernos del PSOE no acabaron con ETA. Ni de lejos. Lo cierto es que el gobierno que usted preside desmiente la derrota de ETA al pactar con la banda asesina y blanquear a sus miembros. ¿Derrota dice? Pero si son sus muletas, presidente, sus candidatos en las provincias vascongadas”.

"Ahora van a sacarse de la chistera al «terrorista pacífico», el último invento para tratar de disimular el hedor habitual del vertedero sanchista"

Antonio R. Naranjo (El Debate)

Vuelta y media de tuerca más allá, Antonio R. Naranjo sapoculebrea en El Debate: “Tras inventarse el «malversador bueno», el «golpista moderado», el «okupa pacífico» y el «violador inofensivo», ahora van a sacarse de la chistera al «terrorista pacífico», el último invento para tratar de disimular el hedor habitual del vertedero sanchista. Sánchez ha demostrado que, con tal de sobrevivir en el poder, es capaz de hacerlo: el Comando Ferraz, el Comando Pumpido, el Comando Chivite y el Comando Bolaños llevan ya años en ello. A las órdenes siempre de la cúpula de Moncloa”.

Como no es bastante, su compañero de prédicas en digital ultracatólico Ramón Pérez-Maura vuelve a insistir con la regla de tres. Quien vota al PSOE ayuda a Bildu, según el opinatero: “Sánchez como López están muy orgullosos de haber traicionado la memoria de sus muertos. Allá ellos y su conciencia. Pero igual que ETA atentaba antes de cada elección para que quedase claro lo que implicaba votarles a ellos, quien el día 28 vote al PSOE ya sabe que sufraga por el partido que gobierna España con los terroristas de ETA”.

Más arriba, Fernández Díaz utilizaba a a Al Qaeda como término de comparación. Pero ya saben que la analogía por excelencia es la de Hitler y los nazis. Esa se la apunta en The Objective un tal José Rosiñol: “¿Qué dirían si un país como la Alemania de posguerra hubiese aceptado que todos aquellos nazis que mataron torturaron e hicieron desaparecer a multitud de personas, como dejaron de matar, por el mero hecho de dejar de matar (porque también fueron derrotados) hubiesen ido en listas electorales, se hubiesen convertido en, digamos, concejales de poblaciones en las que perpetraron sus crímenes?”.

"ETA no ha sido derrotada. El nacionalismo vasco es ETA. ETA vive"

Juan Abreu (Vozpópuli)

Y como remate bilioso, esta hemorragia de aspavientos que firma Juan Abreu en Vozpópuli: “ETA no ha sido derrotada. El nacionalismo vasco es ETA. ETA vive. Y no sólo vive y está en los gobiernos españoles, es más peligrosa y poderosa que nunca. Cierto que aún no ha conseguido su objetivo final, independizarse de España y de los odiados y despreciados españoles, pero se halla en mejor posición que nunca para alcanzar su fin. Mucho más que cuando mataba. Esa es la cruel y cruda realidad”.