El anuncio de los siete condenados por delitos de sangre en las listas de EH Bildu de renunciar a sus cargos si son elegidos no ha devuelto las aguas cavernarias a su cauce. Si alguien esperaba que el paso atrás de expresos sacaría esta gresca de la campaña electoral, hoy puede comprobar en la prensa de orden que no ha sido, no es y no será así. Como mucho, se afinan (es decir, engordan) los argumentos.

Otegi echa un cable a Sánchez”, titula a todo trapo ABC en su primera, junto al rostro del aludido y esta apostilla aclaratoria: “Vende la renuncia de siete asesinos de ETA a ir en las listas como un sacrificio y frena el desgaste electoral de su socio, pero mantiene a otros 37 condenados por colaborar con la banda terrorista”.

En el editorial de vetusto diario el “cable” se convierte en “rescate”, que como van a ver hasta el final de la cosecha de entrecomillados, es la palabra del día. En el caso que mentamos, la cosa quedas así: “Bildu sale a rescatar a Sánchez”. En la letra pequeña, sin embargo, parece que es un rescate mutuo y, ojo, acordado: “Toda esta estrategia responde a un criterio común: el PSOE intentará recuperar expectativa de voto ya sin terroristas con delitos de sangre en las listas, y Bildu finge ser comprensivo con la democracia, alimenta su falso discurso de paz social, y de paso mina la presencia pública del PNV. Sin embargo, y aunque Bildu saque réditos, el mal para el PSOE está hecho. Dudó cuando debió abroncar a Otegi, y eso se paga porque cala en su propio electorado. Sánchez y Otegi se necesitan mutuamente, y ese es el riesgo que el presidente debe asumir”.

"Las listas, una auténtica bomba-lapa bajo la caravana electoral socialista, estaban presentadas y es demasiado tarde para sacar de ellas a los criminales"

Ignacio Camacho (ABC)

Abundado en lo mismo, el columnero Ignacio Camacho da por hecho que ha habido llamada desde Ferraz y/o La Moncloa. Ojo a la explosiva metáfora que utiliza el amanuense: “La presión sobre Otegi ha sido intensa en busca de un guiño, una señal, un detalle susceptible de servir como maquillaje. El problema es que las listas, una auténtica bomba-lapa bajo la caravana electoral socialista, estaban presentadas y es demasiado tarde para sacar de ellas a los criminales. Podrán, ya veremos, renunciar a su elección pero sus nombres y sus alias estarán el día 28 en unas papeletas manchadas de sangre”.

El editorialista de La Razón también está convencido de que el líder de EH Bildu ha querido ayudar a Sánchez, pero añade a continuación que no le ha salido bien: “Si Arnaldo Otegi pretendía con la renuncia bajo palabra de los siete candidatos etarras condenados por delitos de sangre ofrecer un balón de oxígeno a sus aliados socialistas, mucho nos tememos que ha obtenido el resultado contrario. Fundamentalmente, porque ha cogido a contrapié al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tirando por tierra los esfuerzos del equipo de propaganda de La Moncloa en su objetivo de deslegitimar a la oposición por «manipular electoralmente el terrorismo y el sufrimiento de las víctimas». Por supuesto, este argumento, ciertamente delirante, no podía calar en una opinión pública atónita ante la desfachatez de los proetarras”.

"En este escenario tan peligroso para los socialistas, irrumpió Otegi para salvar al soldado Sánchez"

Francisco Marhuenda (La Razón)

En la contraportada del diario azulón, el director, Francisco Marhuenda, utiliza el verbo del día. “Otegi rescata al soldado Sánchez”, titula su homilía, de la que les extraigo este bocado: “En este escenario tan peligroso para los socialistas, irrumpió Otegi para salvar al soldado Sánchez. Por ello, ordenó a los siete etarras condenados por asesinato que se comprometieran a renunciar al acta de concejal si eran elegidos. Y cumplieron con disciplina militar. Al fin y al cabo, Otegi era uno de sus líderes y sigue siéndolo. Los asesinos de ETA servían a la organización criminal y ahora lo hacen a su aparato político”.

Si es por cantidad, El Mundo gana hoy de calle. El diario dirigido por Joaquín Manso le dedica nada menos que 11 páginas a la cuestión. Todo, con esta apertura en primera: “Sánchez no rompe con Bildu y acepta el blanqueo de 34 etarras”. Por algún motivo, han retirado a tres del cómputo oficial. Del editorial solo les copio y pego el título: “Un enorme ejercicio de cinismo de Bildu tolerado por el Gobierno”.

"Dilo ya, Pedro. Pide abiertamente el voto de Txapote. Te lo mereces"

Jorge Bustos (El Mundo)

Es hora de pedir el voto de ‘Txapote’”, tira de comodín Jorge Bustos en una diatriba que termina así: “Solo hay una cosa que no entiendo. Esos remilgos. A qué espera para rebajar al nivel de la calle lo que es normal en su alma, en su despacho, en el Congreso. «Por supuesto que he pactado y seguiré pactando con Bildu, señor Feijóo. Ellos son antifascistas como yo y lucharán conmigo contra fascistas como usted”. Dilo ya, Pedro. Pide abiertamente el voto de Txapote. Te lo mereces”.

Bildu, al rescate de Sánchez”, titula su crónica en El Español Ferrer Molina. De nuevo el verbo y la teoría del favor que ya se pagará: “Cómo tiene que ver Bildu de mal lo del 28-M para Sánchez como para hacer de tripas corazón y comerse a sus candidatos sanguinolentos. Les confesaré un secreto. Cuando la semana pasada les preguntamos discretamente en el Congreso si se planteaban dar marcha atrás tras la polvareda, lo negaron de forma taxativa. Les parecía normal presentar a 44 condenados por terrorismo, siete de ellos por asesinato. Quizás hasta les parecieran pocos”.

En titular de apertura de El Debate, la misma fórmula y el mismo verbo: “Otegi sale al rescate de Sánchez ante el desplome de la campaña del PSOE”. Eso le da pie a la columnera Mayte Alcaraz para una versión más heavy. “Qué asesinos más generosos tiene el sanchismo” es el encabezado de una sucesión de sapos y culebras en salsa de bilis. Aquí, un ejemplo: “Ayer, Pedro y Arnaldo escenificaron al alimón su agradecimiento a los siete sicarios de las pistolas (quedan 37 que fueron, si cabe, más cobardes y planificaron los crímenes), que no retiran sus nombres de las listas municipales pero prometen –con el crédito que han acumulado durante cincuenta años de bombas– que no tomarán posesión de sus escaños si son elegidos. Sánchez es muy sensible con los delicados corazones de los etarras. Igual da el pésame a Bildu por la muerte de un terrorista, que envía –Marlaska mediante– a sus presos cerca de casa, que se conmueve ante la sacrificada vida sin concejalías de esas pobres criaturas que todavía guardan pólvora en sus uñas de cuando disparaban en la nuca de los insensibles ciudadanos españoles”.

Podríamos eternizarnos, pero frenamos en Vozpópuli, donde Irene González habla de sacrificio por la causa: “Su renuncia a ese acta es un sacrificio más por la causa, ahora EH Bildu. El riesgo de ilegalización no desaparece, pero necesitan hacer este paripé electoral que sólo beneficia a su socio, el PSOE. Los siete asesinos se «sacrifican» por el proyecto por el que mataron. No se creó EH Bildu para legitimar el terrorismo de ETA, sino para terminar su trabajo. Y para ello salvar de una debacle electoral al PSOE es esencial. Su destino está unido de forma irremediable hace 15 años”.